El Dillo Ti del Birloque acaba con reproches y quejas de los vecinos

Xosé Vázquez Gago
Xosé Gago A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA

MARCOS MÍGUEZ

El alcalde afirma que los pisos del afín se pagaron por debajo de coste aunque uno se tasó como vivienda siendo una oficina

04 nov 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

El tono del Dillo Ti del Birloque fue subiendo y eclosionó un conato de bronca que siguió tras el cierre del encuentro entre los vecinos y el gobierno local. Aunque el alcalde y los concejales fueron recibidos y despedidos con aplausos, los reproches no tardaron en llegar y ocuparon gran parte de las dos horas de sesión. El fuego se abrió con quejas por el crecimiento los árboles y los pocos adornos navideños que se ponen en el barrio. María García prometió una «tala en profundidade», y Alberto Lema una instalación navideña para este año.

Luego se prometió una estación de BiciCoruña a la salud de los fondos europeos. Malestar por falta de policía. Una vecina que se quejó de que presentar escritos en el Ayuntamiento «no sirve para nada», mientras que «solo se hacen cosas cuando salen aquí». Fue la misma que felicitó al edil de Mobilidade, Daniel Díaz, por ser «el único» que la atendió. «El resto ni me contestó», dijo. Más quejas, por los problemas del transporte urbano, la dificultad para acceder a una vivienda, o el infructuoso año transcurrido sin que se pusiese una barandilla en una calle. El gobierno local, todos a una, defendió su gestión. El alcalde recordó que les han salido canas. Una señora le contestó alto y claro «non me faga rir».

Se oyó un «no echéis la culpa a los demás. Olvidaos del PP y luchad un poquito». Un vendedor ambulante denunció intrusismo de ciudadanos rumanos, y dijo que va a acabar pasando algo.

El lío ya estaba lanzado, y aceleró cuando una señora recordó que hay 60 vacantes en la Policía Local, y el alcalde replicó que no puede cubrirlas. Estalló cuando otra pidió explicaciones por la compra de los pisos al afín de la Marea. El regidor repitió que se compraron por debajo del coste de mercado, obviando que uno fue tasado como vivienda -pese a ser una oficina- por orden del gobierno. Más lío. «Tranquilo Alberto», recomendó el alcalde al edil Lema. La discusión siguió en la calle. Parte del gobierno responsabilizó de la tensión a la portavoz del PP, Rosa Gallego, que presenció la sesión sin llegar a intervenir. Pero no es el primer Dillo Ti con quejas a su gestión.