Los problemas con los horarios en la UDC no tendrán efectos en las notas

Si la preocupación de los 500 estudiantes universitarios afectados por el fallo en la aplicación informática que elaboró los horarios y la adscripción a los grupos tiene que ver con la posible repercusión en sus calificaciones, pueden quedar tranquilos. «Van a contar con el respaldo de los profesores. No se van a restar puntos. El primer día no hay prácticas evaluables y si a lo largo de la semana algún alumno no ha podido asistir no va a pasar nada. Y si pasara tomaríamos cartas en el asunto, pero no vamos a tener que hacerlo, porque no va a pasar», afirmó ayer Luis Hervella, decano de la Facultade de Informática, antes de trasladar sus excusas a los estudiantes. «Entendemos que tienen motivos más que suficientes para estar molestos y no podemos menos que pedirles disculpas», dijo.

En Informática, donde se han matriculado alrededor de 1.200 chavales y solo en primer curso hay 20 grupos de prácticas, ayer por la mañana quedaron resueltos los últimos errores de bulto notificados por los 150 alumnos que en su primer día de curso se encontraron con que el horario que aparecía en la plataforma virtual no tenía ni pies ni cabeza. O no recogía las horas y los días de materias optativas de las que se habían matriculado -el fallo más común-, o asignaba a la misma hora dos asignaturas distintas.

El fin de semana anterior al primer día de clase, 8 y 9 de septiembre, el equipo de Hervella estuvo «entretenido» corrigiendo de urgencia otros 450 casos de estudiantes -estos no llegaron a enterarse- que la nueva aplicación procesó malamente.

El campo de pruebas

«Fomos as cobaias, o campo de probas», explicó gráficamente Anxo Calvo, decano de Economía e Empresa, donde más de 2.400 jóvenes se matricularon este año en alguno de sus tres grados y sus dos programas de simultaneidad con grupos en inglés. A primera hora de la mañana de ayer quedaban 330 alumnos pendientes de revisión, una tarea que ahora solo puede afrontarse «caso a caso, artesanalmente e sen posibilidade de traballo en paralelo», detalló el decano y profesor de Economía Financeira, para quien la prioridad tras detectar el fallo fue mantener las clases. «Falouse de suspendelas, pero non tiña sentido. O esencial é que os estudantes non perdan as súas clases. O resto é secundario. Dixémoslles que asistisen aos grupos que lles viñeran ben. Falamos cos profesores, que están actuando con fair play, e aínda que é un problema extremadamente enleoso as consecuencias para os alumnos van ser nulas».

La UDC aprobó en octubre del 2017 desarrollar una aplicación informática que confeccionara los horarios y grupos de los estudiantes. Los centros con pocos alumnos y pocos grupos los elaboran de forma manual, pero en Informática y Economía resulta imposible. Por eso estas facultades fueron la avanzadilla en la puesta en marcha de la nueva herramienta, bautizada como Espazos. «Ahora tenemos un año por delante para ir ejecutando la aplicación y modificando el algoritmo hasta que el funcionamiento sea perfecto -detalla Luis Hervella-. La aplicación incorpora la base de datos de la universidad con la matrícula de cada estudiante y es importante extenderla al resto de centros para que todos los alumnos y profesores de la UDC tengan una plataforma institucional y, por ejemplo, no tengan que andar apuntando su horario a mano...».

En todo caso, la mejora de la aplicación no traerá, advierte el decano de Informática, el beneplácito de todos. Seguirá habiendo alumnos con asignaturas de diferentes cursos que difícilmente podrán agrupar sus clases en las franjas horarias que les o interesan, o los que habiendo marcado como preferente un grupo de mañana tendrán que acomodarse en uno por la tarde. «La inmensa mayoría elige mañana -cuenta Luis Hervella-. Por eso aplicamos el sorteo de la letra del apellido de la Xunta. ¿Que toca la Z? Los de la primera mitad del alfabeto tendrán posibilidades, pero a partir de la Q, R, S, será complicado. Esto es así».

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