Una niña dice en el juicio que un amigo de su madre que se hacía pasar por chamán abusó de ella

Alberto Mahía A CORUÑA

A CORUÑA

EDUARDO PEREZ

La Fiscalía pide para el agresor y para la madre, por permitirlo, la misma pena de once años y seis meses

13 jun 2018 . Actualizado a las 11:22 h.

El acusado abusaba de la niña y la madre de la menor no solo lo permitía, sino que lo alentaba. Es lo que sostienen las acusaciones, que piden para ambos penas de 11 años y seis meses de prisión por un delito continuado de abusos sexuales.

Los hechos se remontan al 2013, según la Fiscalía, cuando el procesado conoce a la procesada, que entonces estaba casada. Esta le propuso trabajar en la empresa que tenía con su marido y el hombre aceptó. La acusación sostiene que, «perfectamente consciente del alto grado de manipulación y de facilidad para la sugestión que presentaba la imputada, el acusado se aprovechó de la afición que aquella tenía por la astrología, las consultas a videntes, la brujería y los temas esotéricos en general, para obtener regalos personales de aquella. Todo ello a espaldas del esposo, del que terminó divorciándose, yéndose a vivir con la niña a casa de su hermana».

Poderes paranormales

La mujer estaba convencida de que el imputado, defendido por Ramón Sierra, tenía poderes paranormales, que le habían sido traspasados por un chamán ya fallecido. Cuando tenía a la madre completamente engañada, según el fiscal, comenzó a manipular a la menor, haciéndole creer que era la reencarnación de una princesa americana y él, su esposo. Con esas tretas, dice la acusación particular, ejercida por el padre de la menor, consiguió mantener encuentros obscenos con la niña, algo que «la madre fomentaba».

Las acusaciones afirman que la acusada permitía al hombre permanecer horas a solas con la niña, tanto en la empresa como en el domicilio.

Pese a que el juicio se realizó a puerta cerrada, se sabe que la niña declaró lo mismo que sostienen las acusaciones. Su madre, en cambio, dijo ser inocente, que confiaba plenamente en el acusado y jamás sospechó de que su entonces amigo abusara de su hija.

El hombre negó los hechos y sugirió que pudo haber sido otra persona la que abusara de la menor, sin entrar en más detalles. 

«Unión cuasi-conyugal»

La Fiscalía asegura en su escrito de acusación que la madre de la cría «toleró durante meses la situación anómala que representaba esa unión cuasi-conyugal entre su hija y el acusado, que entonces tenía 45 años, aun planteándose en su fuero interno como altamente probable que entre ellos existiesen encuentros íntimos y que estos hubiesen desembocado en relaciones sexuales completas».