A Grela, excelencia «poligonera»

m. carneiro A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA

ANGEL MANSO

El área empresarial obtiene la primera certificación de calidad europea de Galicia

30 may 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

En algún momento de su historia reciente A Grela dio el salto de polígono a barrio y, además de las furgonetas y los camiones habituales en un área que ocupa a 14.000 trabajadores y alrededor de 550 empresas, las calles se fueron poblando de bares y terrazas, árboles, 177 comercios, paseantes, vecinos de compras y hasta familias enteras atraídas los fines de semana por lugares con buena cocina y parque infantil. «Hay un polígono desconocido que va mucho más allá de la actividad logística con que suele asociarse», sugirió Teresa Firvida, gerente de la Asociación de Empresarios Agrela, durante la presentación ayer de la marca que acaba de distinguir este centro económico entre los tres primeros de España y el primero de Galicia.

El reconocimiento, que otorga la Coordinadora Española de Polígonos Empresariales y está certificado por Aenor, viene a ser el equivalente de las banderas azules de las playas -el único estándar de calidad europeo-, tiene plena vigencia durante tres años, hasta su revisión, y en su puesta en escena en la glorieta de entrada de Severo Ochoa quedó plasmado con una bandera morada, izada por el alcalde, en presencia del conselleiro de Economía y del equipo directivo de la asociación empresarial.

Análisis exhaustivo

El estudio tuvo en cuenta 300 variables de lo que ocurre en los 1,2 millones de metros cuadrados de este polígono urbano, desde la calidad del aire hasta los accesos, la movilidad o los servicios a las empresas, para trazar una radiografía del espacio en cinco categorías fundamentales: la situación jurídica y urbanística, la gestión de las infraestructuras y servicios básicos, la gestión del área empresarial, la gestión de los servicios de valor y la influencia social.

A Grela ha cumplido medio siglo de vida (la asociación cumple 40 años) y su crecimiento está condicionado por la falta de suelo -no hay parcelas libres-, aunque la rotación de empresas en los locales disponibles es elevada y en este momento siguen vacías las infraestructuras abandonadas tras el cierre de Caramelo y el centro comercial Dolce Vita. Teresa Firvida se mostró ayer confiada en que la sede de la extinta compañía textil encuentre pronto ocupante.

Sin posibilidad de expansión, el polígono, distrito 10 en el mapa municipal e interlocutor en María Pita como cualquier otro barrio, fía su futuro a un plan de movilidad que resuelva las necesidades de los 8.000 trabajadores que cada día desembocan en sus calles entre las siete y las nueve de la mañana o los cerca de 7.000 (poco menos de la mitad de la plantilla de todas las empresas) que se desplazan desde fuera de la ciudad. «Hemos ordenado el tráfico interior, podemos necesitar más glorietas, pero tenemos un plan director aprobado en el 2012 por valor de 35 millones de euros y las actuaciones pueden periodizarse. Lo urgente ahora es un plan de movilidad que se adapte a los horarios y las frecuencias que necesitan los trabajadores del polígono», subrayó la gerente, que se mostró expectante por el mapa de líneas que ha anunciado el gobierno local, y amplió la responsabilidad al área metropolitana y la Xunta.

Francisco Conde, conselleiro de Economía, se refirió a la ley de implantación empresarial, que «achega maior axilidade na tramitación, máis incentivos fiscais e un mellor acceso ao solo», dijo.