Los dueños del edificio donde crían los vencejos retiran las tablas que les impedían anidar

M. CARNEIRO A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA

ANGEL MANSO

SEO/Birdlife defiende que el calendario de obras en las fachadas tenga en cuenta el período reproductivo de las colonias de aves

08 may 2018 . Actualizado a las 12:28 h.

Alegría en las rendijas del número 2 de la rúa Nueva por la llegada de los vencejos que durante las últimas semanas trataron de entrar en sus casas tras volar 10.000 kilómetros desde las selvas de África, y una y otra vez chocaron contra un muro infranqueable. Nada más aterrizar las parejas reproductoras se afanaron en la construcción de los nidos y a mediodía de ayer ya asomaba por uno de los huecos un revoltijo mullido de plumas para acoger a las crías a punto de nacer. «Esta mañana los oímos», celebró una mujer sin poder precisar si se trataba del chillido agudo de los adultos o del piar de un polluelo.

Las tablas con las que taparon los nidos los dueños del edificio habían desaparecido a primera hora de la mañana. Por orden de la Consellería de Medio Ambiente, que ha abierto un expediente sancionador por obstaculizar el acceso de esta especie protegida a sus lugares de nidificación, o por iniciativa de los propietarios, que se exponen a una multa de entre 3.000 y 200.000 euros, las ranuras aparecieron libres de obstáculos y las aves recuperaron sus refugios.

Los vencejos comunes y pálidos que forman la vieja colonia coruñesa -treinta años, por lo menos, criando en este edificio- son especies protegidas, fundamentales para el control de las poblaciones de insectos y la expresión más extrema de la adaptación de las aves a la vida aérea. No caminan, sus cortísimas patas no les permiten posarse en el suelo, viven en el aire y suspendidas comen, duermen y se aparean. Desde que dejaron la ciudad en otoño rumbo a sus lugares de invernada hasta su regreso este abril, siete meses y 20.000 kilómetros después, nunca dejaron de volar. Son longevos, viven 21 años como poco y solo se aproximan al suelo para criar.

Beatriz Sánchez, responsable de Biodiversidad Urbana de la Sociedad Española de Ornitología (SEO/Birdlife), defendió esta semana que el calendario de obras en las fachadas tenga en cuenta el período reproductivo de las colonias de aves, entre mayo y agosto.