La felicidad secreta

Eduardo Riestra
Eduardo Riestra TIERRA DE NADIE

A CORUÑA

16 dic 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Mientras mis convecinos coruñeses andan alicaídos a causa del fútbol y miran a Vigo con envidia y tal vez algo de recelo -que el tuerto es el rey-, yo camino por el Cantón Grande con una sonrisa en la boca que tal vez alguien acabe por borrarme de un sopapo. Y es que guardo un secreto feliz: me he pasado al hockey. Y en este exótico paraje donde para seguir un partido hay que tener vista de lince, y donde los enfrentamientos son trepidantes, el Liceo, mi nuevo club, va en cabeza de la clasificación y el jugador coruñés David Torres está a un solo tanto del máximo goleador.

En el Liceo este año hay entrenador nuevo y se llama Copa, apellido premonitorio donde los haya (solo superado en política por Rufián y Monedero), y en su plantilla ha reforzado la presencia coruñesa. Yo, para ser sinceros, no creo que ser coruñés sea una virtud, ni para jugar al hockey ni para escribir novelas, pero ayudar, ayuda. Y también tenemos, todo hay que decirlo, al mejor portero del mundo, incluida Cataluña, su tierra de origen, que ya es mucho decir. El Liceo es hoy un equipo equilibrado y alegre, que juega al hockey y por lo tanto se divierte. Y además siempre gana. Hace cinco años, con Carlos Gil, el hombre lacónico, lo consiguió todo: la liga y tres copas, y este año lo va a volver a hacer. Yo voy avisando por si alguno de ustedes quiere cambiar ese semblante mustio por una sonrisa bobalicona. Porque para disgustos ya tenemos la política... y al Deportivo.