El PSOE limitó sus exigencias para facilitar un acuerdo con la Marea

Xosé Vázquez Gago
Xosé Gago A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA

CESAR QUIAN

El pacto para aprobar el presupuesto solo depende de las últimas reuniones técnicas

08 nov 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

A no ser que se produzca un giro inesperado en los acontecimientos, lo que por otra parte ha sido habitual en María Pita durante todo el mandato, en los próximos días la Marea y el PSOE sellarán un acuerdo para aprobar los presupuestos del 2018. El pacto está casi cerrado, después de que el gobierno local haya valorado la propuesta enviada por los socialistas el pasado jueves, a la espera de las últimas reuniones técnicas para cuadrar números.

Aportaciones del PSOE

Sin poner obstáculos. Los retoques introducidos por el PSOE en las cuentas han sido medidos para facilitar un acuerdo. Tanto el portavoz, José Manuel García, como el presidente de la gestora, Florencio Cardador, han insistido en que era necesario dejar atrás intereses partidistas, y en que el PSOE no pondría obstáculos para que el presupuesto esté aprobado a 1 de enero y se reactive una ciudad «paralizada».

Aunque en el pleno del lunes García casi dio por hecho el consenso al decir «nosotros vamos a hacer los deberes y aprobaremos el presupuesto con ustedes», por ahora se desconocen los detalles. Se espera que las cifras generales sean similares a las de los dos últimos años, con un presupuesto de unos 245 millones. En cuanto a las aportaciones socialistas, todo indica que no llegarán a los 5,5 millones que sumaban las alegaciones que presentaron a las cuentas de este año, rechazadas por el gobierno local. Sí parece seguro que los convenios con las entidades sociales, culturales y deportivas se mantendrán, al menos, en las cifras propuestas por el PSOE este año, que son superiores a las que recogía la Marea.

Los plazos

Justos para el 1 de enero. El año 2015 fue el último en el que el Ayuntamiento tuvo un presupuesto aprobado en tiempo y forma. Las cuentas de aquel año recibieron el visto bueno de la junta de gobierno el 11 de noviembre del 2014. Tras pasar por comisión, fueron aprobadas de forma inicial por el pleno, en sesión extraordinaria, el 18 de noviembre. A continuación el documento se sometió al período de 15 días de exposición pública y, tras la resolución de alegaciones, volvió al pleno el 22 de diciembre para su aprobación definitiva. Su posterior publicación en los boletines permitió que entrase en vigor el 1 de enero del 2015, como marca la norma. Tras sacar las cuentas del 2016 y el 2017 con cerca de seis meses de retraso, el gobierno local tiene el tiempo justo este año para seguir unos plazos similares a los antes citados.

El PP y el BNG

Excluidos. Los otros dos partidos de la oposición, el PP y el BNG, no han sido invitados a participar en la negociación de las cuentas del 2018. Lo mismo ocurrió con los diversos cambios en los presupuestos de este año que desde junio han aprobado juntos la Marea y el PSOE. Si ese guion se mantiene, los dos grupos también mantendrán su alianza frente a los posibles cambios que pretendan introducir populares y nacionalistas en las cuentas.

La situación política

El PSOE, de mudanza. La sintonía entre los socialistas y la Marea se produce en un momento clave para los primeros, que deben renovar su liderazgo provincial y local, además de elegir un candidato a la alcaldía. La búsqueda de sintonía contrasta con el discurso de la nueva ejecutiva del PSdeG, que considera que la Marea ha ocupado el espacio político, y el electorado, que hace solo unos años era socialista.

Por otra parte, Ferreiro podría recurrir a una cuestión de confianza para aprobar las cuentas, como ya hizo este año. El PSOE podría negársela junto con el PP, pero esa decisión no tendrá efectos prácticos de no lanzarse una moción de censura, una operación ya descartada hace meses.

El acuerdo con la Marea evitará ese trance al PSOE, que ganará tiempo para acabar sus procesos internos, pero a largo plazo podría pasar su factura, ya que será necesario explicar el previsible distanciamiento entre los dos partidos que se vivirá a medida que se acerquen las municipales del 2019, y en la negociación de las cuentas de ese año, que difícilmente acabará bien.

Ferreiro da validez a la moción sobre el Puerto e ignora la que le corrige sobre Cataluña

Xulio Ferreiro recurrió ayer a dos mociones aprobadas en el pleno para reivindicar que «existe unha ampla maioría cidadá que quere que a transformación do bordo litoral sexa decidida na Coruña». En base a esa mociones, aprobadas por 17 ediles (Marea, PSOE y BNG) frente a 10 (PP), Ferreiro insta a Puertos del Estado y a la Xunta a formar parte de un consorcio presidido por el Ayuntamiento que decida el futuro de los muelles del puerto interior.

Pero en el pleno también se aprobó una moción que insta al regidor a «rectificar sus declaraciones públicas de apoyo a quienes han incumplido la ley, ignorando la Constitución y obviado el Estado de Derecho en Cataluña». Esa propuesta fue aprobada por una mayoría solo un poco menos amplia que las del puerto, 16 ediles a favor (PP y PSOE) frente a 11 en contra (Marea y BNG), pero por el momento ni Ferreiro ni su partido han rectificado su posición. La Marea está cada vez más próxima a los independentistas después de que la semana pasada apoyase una concentración para la «liberación dos presos políticos».

Cabe recordar que ninguna de las dos mociones supone obligación jurídica alguna, como el propio alcalde ha afirmado desde el principio del mandato. De hecho, el gobierno local subrayó entonces que solo aplicaría las mociones con las que esté de acuerdo, independientemente del pleno. La Valedora do Pobo, a la que recurrió el PP, concluyó que esa postura es legal, pero que supone una «falta de xestión administrativa ou de acción política».