Así quedó una de las dos viviendas oKupadas en Eirís

Brais Capelán A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA

El dueño se encontró cristales rotos, muebles destrozados, objetos para consumir droga y productos para cultivar marihuana

23 mar 2017 . Actualizado a las 10:09 h.

«Cuando entré me dio una especie de lipotimia. No me lo podía creer. Estaba tan nervioso que me tuve que sentar un rato», rememora Antonio Vázquez una vez que ya se le ha pasado el susto que sufrió al ver el estado de su casa tras el paso de los okupas. En apenas seis meses, estas personas habían tirado por la borda el trabajo de más de 35 años.

Al entrar en la vivienda, el fuerte olor ya denota la falta de limpieza. A la izquierda, una habitación con un colchón y un sillón era la habitada por los últimos okupas en marcharse. En la pared dejaron un mensaje: «Tu destino ya está escrito, solo sigue tu camino».

En el salón destaca el amplio espacio y la falta de mobiliario. Sobre la mesa y junto a un enorme sofá había una pipa con la que se consumen distintas drogas. Un aparador todavía conserva algunas copas destrozadas y una carta de un centro de reinserción social (dependiente de Instituciones Penitenciarias) con manchas de sangre. En la cocina fueron acumulando platos y utensilios sin lavar. En algunos, el moho y las colillas de cigarrillo muestran la falta de higiene de los que habitaban sin permiso la casa.

Subiendo las escaleras, uno se va encontrando con las distintas prendas de ropa que los okupas se han dejado. En la habitación principal es imposible entrar. El fuerte olor señala que en ese lugar era donde vivía el perro -además de por los excrementos-. Allí encontró Antonio el viejo pasaporte venezolano de su hermano, uno de los pocos objetos que los okupas no estimaron valioso. La habitación donde estaba la marihuana es, sin duda, la que se encuentra en peor estado. Ha desaparecido la cama y el parqué está levantado, haciendo difícil caminar. En el baño fueron acumulando los productos fertilizantes y las macetas.

¿Dónde están todos esos muebles que echa en falta Antonio? En el sótano. Allí se acumulan recuerdos, como una vieja máquina de escribir, que no serán más que eso. Recuerdos.