El PSOE reitera sus cinco condiciones a Ferreiro y él les exige dejar aislado al PP

Xosé Vázquez Gago
Xosé Gago A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA

MARCOS MíGUEZ

La reunión de Dapena y el alcalde fue «cordial», pero se cerró sin ningún avance

06 sep 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Xulio Ferreiro quiere iniciar «unha nova etapa de diálogo», José Manuel Dapena le trasladó su «voluntad de negociar los presupuestos». El alcalde hizo esa oferta «polo ben da cidadanía», el portavoz del PSOE también piensa «en el bien de la ciudad». Hablaron durante una hora y 43 minutos en el despacho del regidor. Fue una entrevista «cordial» y de «mano tendida» en la que no se llegó a ningún acuerdo.

Esas frases resultan conocidas, como la mayoría de lo que trascendió de la reunión, pero hubo algunas novedades. El alcalde ofreció al PSOE una relación más estrecha mediante la creación de un «foro bilateral» que se reuniría una vez al mes para dialogar y estudiar propuestas.

Pero también invitó a Dapena a «deixar a un lado explicitamente os pactos puntuais [co PP] que o grupo socialista levou a cabo durante o pasado curso político». Es decir, una alianza que dejaría aislados a los conservadores.

Por su parte, el portavoz socialista subrayó que, antes de continuar avanzando en la negociación de los presupuestos y las ordenanzas fiscales, el gobierno debe cumplir los acuerdos previos entre ambas formaciones.

Dapena se refirió a cinco asuntos, todos planteados después del apoyo incondicional del PSOE a la investidura de Ferreiro y que todavía están pendientes: el acuerdo de organización municipal del 2015, del que faltan por ejecutar «importantes cuestiones» sobre la transparencia en la contratación, la redacción de los reglamentos municipales o los plenos en los barrios; las ordenanzas fiscales que no fueron reformadas el año pasado y con las que el PSOE pretendía dar un «alivio fiscal a los ciudadanos»; que se le informe del grado de cumplimiento de las enmiendas que introdujeron al presupuesto de este año; que se ejecuten las mociones aprobadas en el pleno; y que se negocien los asuntos que requieren el refrendo de la corporación, como los planes de fondos europeos, antes de llevarlos a las juntas de gobierno.

Esas exigencias fueron planteadas por el PSOE mediante un documento que presentaron a la Marea a principios de agosto. Según fuentes del grupo socialista, la práctica totalidad de las mismas aún no han sido aplicadas.

Dapena fue a la reunión con una copia de ese documento, pero el alcalde también llevó papeles: las «liñas xerais» del próximo presupuesto: reforzar la atención a los mayores, desarrollar la renta social, ampliar el parque público de vivienda, reestructurar las líneas del transporte público, aumentar los fondos del plan municipal de empleo en un 21 %, más programas para atender a familias afectadas por la violencia de género, revisar las ordenanzas fiscales, municipalizar la red de bibliotecas, hacer mejoras en el cementerio de San Amaro...

El encuentro fue un «intercambio de pareceres intenso», dijo Dapena, y al terminar ambos grupos se confesaron algo «optimistas» sobre la posibilidad de llegar a acuerdos. Pero no hay fecha para nuevas reuniones, ni tampoco un calendario de negociación. Las autonómicas están a la vuelta de la esquina y podrían cambiarlo todo si ambos partidos tienen que pactar, o dejar un escenario igual si renueva la mayoría el PP, que sigue vaticinando que este año, como el anterior, no habrá presupuestos a tiempo.

El regidor apela a la lealtad para sacar dos cambios en los presupuestos

Durante el encuentro, el alcalde pidió al portavoz del PSOE «colaboración» y «lealdade institucional» para sacar adelante dos cambios en los presupuestos de este año «necesarios» para la gestión municipal. Uno de ellos es una modificación de las cuentas del Instituto Municipal Coruña Espectáculos (IMCE) por valor de 6.778,53 euros, que se destinarán a pagar facturas extrajudiciales, es decir gastos que no estaban incluidos en el presupuesto.

El otro modificativo de crédito ya fue a pleno en agosto. Fue rechazado por todos los partidos de la oposición, que criticaron que el gobierno no hubiese negociado el documento con ellos. Aquel cambio en las cuentas ascendía a 2,4 millones de euros, de los que dos millones se destinarían a pagar facturas atrasadas a la Compañía de Tranvías por las subvenciones del bonobús.