Comienza el traslado del mural que Lugrís pintó en el antiguo Vecchio

Rodri García A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA

M. R.

Los expertos revisaron el bajo de la calle Real sin encontrar las otras dos obras del artista

10 ago 2016 . Actualizado a las 08:08 h.

La calle Real se queda sin su Lugrís. El mural que pintó el artista en el bajo del número 72 será trasladado a otro lugar. Por el momento se desconoce la nueva ubicación ya que está pendiente del visto bueno de la Xunta. Tanto los propietarios del local como los expertos a los que han encargado un estudio a fondo del mismo mantienen silencio. El único dato rotundo es que quieren conservar el mural. Tras varias semanas sin actividad, los especialistas volvieron ayer a la que fue sede del café Vecchio. Las tareas habían comenzado en marzo y el primer objetivo era ver en qué estado se encontraba el mural. En general, la conservación es buena, salvo algunos puntos de humedad.

Una de las sorpresas de la revisión ha sido que Urbano Lugrís (A Coruña, 1908-Vigo, 1973) no pintó sobre la pared medianera del edificio, sino que entre dicho muro y la parte posterior del mural hay un espacio que ha evitado que la pintura se viera afectada por la humedad. Una cámara introducida por dicho hueco ha permitido a los técnicos ver la parte posterior.

Ninguna obra más

Fernando Suárez, que empezó a trabajar de botones cuando Urbano Lugrís estaba pintando el mural, hizo llegar a los técnicos que revisaban el bajo de la calle Real que allí había otras obras de Lugrís. Algunas de ellas aparecen en una fotografía de Alberto Martí tomada el 5 de febrero de 1963. En ella se puede ver al fondo del local un cuadro de Lugrís y cómo el mural actual continuaba hacia el piso superior.

Lo cierto es que los técnicos han levantado la madera que recubría la pared del fondo sin encontrar restos de aquella pintura. Podría tratarse de una de las que recuerda Fernando Suárez: «Había un mural de la Península ibérica con las actividades económicas».

Inspirado en Baldi

Tampoco han aparecido restos de otra pintura que Suárez califica como «los pinos de Lugrís, eran una belleza». Evoca que estaban en la primera planta del edificio, en la parte interior de la fachada. «Cuando hubo que ampliar un despacho que había allí desaparecieron; lo que sería interesante, si dejaran hacerlo, sería ver si estaba debajo», apunta.. Ahora, los expertos han hecho esa comprobación, pero no han encontrado ni rastro de los pinos. La conclusión es que en este bajo solo queda el gran mural frente al que han tomado café miles de personas durante los últimos años.

Una de las últimas novedades sobre este mural ha sido la investigación de Rubén Ventureira: «Sin lugar a dudas, Urbano Lugrís tenía delante un ejemplar de la obra realizada por Baldi en 1669 cuando, en 1952, ejecuta el mural de la calle Real». El autor del amplio y documentado trabajo propone que la obra, que carece de título, pase a tener el de Vista de A Coruña 1669. También destaca la original firma de Lugrís con las iniciales P.M.A.: «¿Se trata acaso de un guiño de Lugrís a Baldi?», con la frase latina Post morten autoris, después de la muerte del autor.

Los hitos del mural

Este mes se cumplen 64 años desde que Urbano Lugrís pintó el mural de la calle Real. En el número 72 estaba la sede del Banco Hispano-Suizo. Fue entonces cuando Fernando Suárez, a sus 15 años, entró a trabajar como botones de la entidad bancaria y vio cómo el artista pintaba su obra.

Agosto de 1952

«Era rapidísimo pintando». Fernando Suárez evoca: «Llegaba con un cartabón grande, una escuadra, una regla y unos pequeños apuntes; era rapidísimo pintando, a mí me parece que tenía una inteligencia fuera de lo común. Era un genio». Este admirador de la obra de Lugrís aporta otro dato: «El banco le pagó 50.000 pesetas, ¡que en el año 52 era un fortunón!».

  

Centenario en el 2008

Homenaje de «Outonarte». En esta feria se rindió un homenaje al pintor con motivo de su centenario. Su amigo Antón Patiño fue el guía del Roteiro tabernario por los locales con obras de Lugrís, entre ellos el Vecchio.

30 de Abril del 2010

El exministro alerta. César Antonio Molina, exministro de Cultura, escribe en este diario una carta alertando de los daños que empezaba a tener el mural. Un detalle de la pintura aparecía también en la portada del libro de Luis Rei Núñez O señor Lugrís e a negra sombra (Xerais). 

31 de julio del 2015

Cierra el Vecchio. El cierre de la cafetería deja el mural fuera de la vista del público, si bien meses después, el 30 de mayo, la Xunta inicia los trámites para declararlo Bien de Interés Cultural.