Una de esas personas que recibió la noticia como un mazazo fue el presidente de la Asociación de Peleteros Gallegos, Herminio Araújo, estrecho colaborador de Olga Ríos en infinidad de desfiles y eventos que organizaron por toda Galicia y más allá de nuestras fronteras: «Para eso era única. Hablar de Olga no es hablar de una persona importantísima en el mundo empresarial gallego, sino que es hablar de la potencia de nuestra peletería en toda España y en Europa», expresó un afectado Araújo entre recuerdos de los desfiles que les llevaron a Portugal o Madrid. Y es que Olga Ríos no solo destacó por su talento como creadora de moda y tendencias, sino que su labor empresarial, su carisma y gran capacidad para las relaciones públicas la convirtieron en un referente indiscutible del sector.
Ríos, nombre imprescindible en numerosas ediciones de la Pasarela Cibeles, permanecía desde hace años apartada de la primera línea de la moda, aquejada de la enfermedad de Alzheimer. Pero su firma continuó teniendo presencia y un nuevo auge en manos de su hija Sonia, quien se puso al frente de la empresa tras un concurso de acreedores forzado por el inicio de la crisis manteniendo la marca comercial que hizo historia en la moda gallega.