«Repunta el consumo, pero el mueble es el último en notarlo»

Fernando Molezún A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA

Miguel Agromayor presidió durante 25 años la Asociación de Empresarios del Mueble.
Miguel Agromayor presidió durante 25 años la Asociación de Empresarios del Mueble. Paco Rodríguez< / span>

Tras 25 años en el cargo deja de estar al frente de los comerciantes del sector

13 jul 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Veinticinco años lleva Miguel Agromayor al frente de la Asociación de Empresas de Comercio del Mueble de la provincia de A Coruña. Toda una vida en la que le ha dado tiempo a ver cómo el sector subía y bajaba y cómo las cosas cambiaban no siempre a su gusto. Presidió el pasado día 3 su última asamblea de la asociación, para dejar paso a sangre nueva. Aún así, el balance que hace de todos estos años es positivo, tanto en lo personal como en lo profesional, aunque siempre queda algo, quizá mucho, por hacer.

-Suena raro una Asociación de Comerciantes del Mueble sin Miguel Agromayor.

-Llevo desde 1990, casi siguiendo la generación de mi padre, que también estuvo en la directiva. Gané aquellas elecciones y después no se presentó nadie, así que no debí de hacerlo mal del todo. Pero son ya muchos años, muchas batallas con los convenios colectivos, algunas horas tensas... Pero guardo gran recuerdo de CC. OO. Y UGT, no tanto así de la CIG, que parece que dicen no a todo, aunque después la vida no es así.

-¿Cómo fue su trabajo durante todos estos años?

-Hubo de todo. He tenido que enfrentarme a la Xunta, por ejemplo, con motivo de una feria que se hacía aquí con fabricantes portugueses y que era ilegal, no eran comerciantes. Pero también conseguimos el plan Remóblate, que fue un logro muy importante.

-¿Algún otro logro que destacaría de su gestión?

-Hubo varias cosas, desde conseguir que los hoteles les saliesen gratis a nuestros asociados en las ferias a un seguro de enfermedad. Pero, sobre todo, conseguimos que a Galicia se le tuviese en cuenta en el sector a nivel nacional, nos convertimos en una referencia con una voz que se hacía oír.

-¿Cómo fueron las relaciones institucionales?

-Con todos muy bien, aunque quizás con el que tuve un mejor trato fue con Javier Guerra, que era empresario y se le notaba mucho. Era muy fácil negociar con él. Pero de verdad que he tenido muy buenas relaciones con todos.

-¿Cuál es el balance de estos años?

-Positivo, aunque termino en medio de una crisis, que no me gustaría que fuese así, pero es lo que hay. La federación provincial llegó a tener 160 socios y hoy debe haber unos 60. La mitad se fueron porque han tenido que cerrar. Las empresas de muebles suelen ser familiares y en muchos casos los hijos no han querido hacerse cargo del negocio.

-Ha cambiado mucho el sector en este tiempo.

-Mucho, y en toda España. Teníamos un referente como era la feria de Valencia que ahora casi ni existe. La crisis le ha pasado una factura enorme. Viví una época en la que se cortaban los naranjos para levantar naves industriales, y ahora se están volviendo a plantar naranjos. Cambian las costumbres, cambian los gustos, y hay que adaptarse.

-Pero dicen que empieza la recuperación económica.

-Sí, se ve más movimiento, más alegría en la calle, reformas en los pisos... Hay un ligero repunte del consumo, pero el mueble es lo último que lo nota, porque la gente va tirando con lo que tiene. El sector del mueble es muy especial y muy distinto a otro tipo de comercios. En realizar una venta, entre que mides, construyes, montas y demás, puedes tardar dos meses. Y en cobrar, cuatro. Es un problema muy complejo.

«Si desgrava la compra de primera vivienda, ¿por qué no desgrava una cama?»

Siempre ha estado presente en mil batallas, por eso cuesta imaginarse a Miguel Agromayor desocupado.

-¿Por qué lo deja?

-Ya no estoy al pie del cañón al haber dejado la tienda, y aunque me piden que siga, ya no es lo mismo. Seguiré en contacto con la junta directiva, pero hay que dejar paso a sangre nueva.

-¿Y se va con más enemigos que hace 25 años?

-Eso lo tendrán que decir los demás, pero no noto yo en la gente enemistad alguna, tanto en las administraciones como en las instituciones.

-Dejó su actividad comercial, la presidencia de Amizades, ahora sale de la Asociación de Empresas del Mueble... Le va a sobrar el tiempo.

-Todavía estoy hasta el 2017 en la Federación de Comercio, pero sí que tendré más tiempo libre, claro. Lo invertiré en visitar todos los rincones de Galicia que me quedan por conocer.

-Hablaba de sus logros, pero ¿qué le quedó por hacer?

-La implantación de un servicio técnico. Quise montarlo, pero fracasé. En el mueble nunca se han cobrado reparaciones, mientras que en cualquier electrodoméstico te mandan al servicio técnico y ya sabes que tendrás que pagar. A nosotros ni nos preguntaban lo que se debía. Y también me faltó conseguir que se incluyeran los muebles para la primera vivienda en el descuento del IRPF. Lo negociamos con Zaplana y estuvimos a punto, pero no salió. Era algo obvio, si en el piso que desgravas va incluido el mueble de cocina, ¿por qué no una cama?