Laboriosa caracterización de los actores para la obra de Mozart que mañana cerrará la exitosa Temporada Lírica
26 jun 2015 . Actualizado a las 05:00 h.La primera Temporada Lírica con programación anual y organizada por la asociación de Amigos de la Ópera y el Consorcio para la Promoción de la Música concluye mañana (20.00 horas). Lo hará con la segunda función de La flauta mágica, la obra de Mozart cuya primera puesta en escena tuvo lugar anoche en el Palacio de la Ópera. Si los espectadores pudieron disfrutar de un excelente espectáculo sobre el escenario, antes de que comenzara también era posible ver otra función, más íntima, entre los camerinos y las salas de maquillaje durante la caracterización de los cantantes. Allí entraba un desenfadado Borja Quiza para salir convertido en el parlanchín Papageno, con su cresta roja. Y hasta la sala de maquillaje se acerca también Montse Colomé, que colabora con Joan Font, de Els Comediants, en la dirección artística de esta ópera. Ella da las últimas indicaciones a un plantel de cantantes que en los últimos días han destacado «la energía y el buen rollo, a nivel personal y humano, que hay entre nosotros, una amistad que se transmite encima del escenario», explicaba Borja Quiza. Si combinar la formación de intérpretes y el logro de nuevos públicos es uno de los objetivos de los organizadores de la Temporada Lírica, en el caso de este barítono lo han logrado plenamente ya que, según explicaba, en el año 2001, durante el entonces Festival Mozart, «era un figurante» y ahora es uno de los protagonistas.