Feijoo elogia como «el mejor alcalde del PP» a Carlos Negreira ante los candidatos de la provincia y más de 4.500 militantes
10 may 2015 . Actualizado a las 05:00 h.Del himno del PP ya no se acuerdan ni en Génova 13. Ni el primero de sus acordes retumbó en el pabellón de Riazor, convertido ayer en magna iglesia del credo popular. Ejercieron de sumos sacerdotes Carlos Negreira y Alberto Núñez Feijoo, que subieron al estrado bajo los acordes de Human, que ya sonó en algunos actos del PP y quizá ayer venía a cuento por ser obra de The Killers, el grupo preferido del conservador británico David Cameron, convertido en un faro para los populares tras su gran victoria contra todas las encuestas.
Calentó el ambiente el presidente de la Diputación, Diego Calvo, antes de que entrase en acción un Feijoo convertido en brigada de demolición. Tan beligerante con sus rivales que, elevado por los más de 4.500 militantes asistentes, hasta soltó un «coño» al criticar a Podemos y su polimorfismo electoral. Azotó también a PSOE y BNG, y a sus gobiernos bipartitos, entre ellos el anterior de A Coruña, al que descalificó una y otra vez como el del «mal pasado», «el peor» de la historia de la urbe, el que dejó «triste y dividida» la ciudad...
Asaeteados los rivales todas esas veces y muchas más, Feijoo dio paso «al mejor alcalde que ha tenido A Coruña en muchos años y al mejor alcalde del PP: Carlos Negreira», que ya casi no tuvo que molestarse en subrayar el leitmotiv de la campaña, que viene a ser algo así como «o mayorías amplias y gobierno estable o sopa de letras y la salida de la crisis queda en peligro».
Liberado de esa carga, el candidato del PP pudo entregarse al papel de «poli bueno» y a hacer propuestas. Ante todos los candidatos de la provincia, presentes en el pabellón y acompañados por sus huestes gracias al trabajo de casi 70 autobuses -todo un testimonio de los amplios recursos y capacidad organizativa del aparato del partido- planteó que la de A Coruña debe ser «la provincia tecnológica de España».
Por ese camino llegarán «nuevas oportunidades, empleo blanco y de futuro, oportunidades para los jóvenes», vaticinó el candidato del PP, que no explicó muchos más detalles pero pidió a sus colegas arrimar el hombro: «Hay muchas ciudades y pueblos que ya tienen proyectos en esa dirección. Tenemos que unirnos para ser la provincia tecnológica. Podemos utilizar la Diputación, pero sobre todo tenemos que lograrlo nosotros mismos y lo vamos a conseguir».
Pero antes de emprender el camino del microchip con un destino y etapas de las que nada sólido se sabe, el PP debe ganar. Por eso Negreira, que también tuvo palabras para solidarizarse con el drama de la inmigración por el Mediterráneo, pidió no volver al pasado, ni al «bipartito», ni a las «jaulas de grillos», «ni a 1931 como quieren los mareantes».