Las rebajas del moderado optimismo

Javier Becerra
Javier Becerra A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA

PACO RODRÍGUEZ

El comercio vivió su mejor inicio de temporada de descuentos desde la crisis

08 ene 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Optimismo, pero con freno de mano. El primer día de rebajas del 2015 ha sido mejor que el primer día de rebajas del 2014 y del 2013, de acuerdo. También infinitamente peor que, por ejemplo, el del 2005. En eso todos están de acuerdo. Las carreras masivas por los centros comerciales en busca del chollo se han esfumado. Y esas cajas récord del 7 de enero, también. Pero entre los comerciantes se sigue proyectando la misma esperanza de la campaña navideña.

«Hay más alegría, hace buen tiempo, han abierto nuevas tiendas y todo invita a darse un paseo y comprar un poco y que a los comerciantes les vaya algo mejor que antes», resume Antonio Amor, portavoz de los comerciantes del Área Obelisco. Recoge, en cierto modo, un sentir general. A estas alturas, ya todos han asumido que los viejos tiempos no volverán y, adaptándose a las circunstancias, viven estas rebajas descafeinadas (con descuentos generalizados desde muchos días antes) con mejores ojos que las de años precedentes.

El que firmas como Springfield o C&A arranquen con el letrero de «Segundas rebajas» en sus escaparates resulta bastante descriptivo de los tiempos. Solo unos pocos habían esperado ayer a pasar la tijera. Entre ellos el grupo Inditex, que sin duda fue el gran agitador de la jornada. En el Zara Woman de Juana de Vega se agolpaban decenas de personas antes de abrir a las diez de la mañana. Subida la persiana, alguna carrera a por las preciadas piezas.

También tenían gente a las puertas otros establecimientos de la plaza de Lugo. Pero no para comprar. En la Fnac aguardaba el grupo del tique regalo y las devoluciones. Y en el resto de los locales se podía ver hasta dónde llegan el encogimiento de los precios. Desde el 30 % hasta el 70. Ante ello, algunos chicos optaron por devolver su regalo, recomprarlo con precio rebajado y quedarse con unos euros.

Sobre las once, el centro Comercial Marineda City empezaba a bullir. Salir de la tercera ronda y ver la vía de acceso colapsada lo dice todo. Los párkings aún lucían plazas libres. Dentro, bullía el consumismo, especialmente el juvenil. Pandillas de jóvenes hacían cola en las cajas, llegando a la puerta en algunos casos. Pantalones de 9,95 euros, pacs de calcetines de 4,95, zapatillas de 39,90. Comprar como si no hubiera mañana. A las 12.00 ya empezaba a ser complicado moverse en algunos establecimientos. Y, fuera, el bus 11 traía a más y más compradores. Las clases no empiezan hasta hoy. Había que aprovechar.

De vuelta al centro de la ciudad, en la calle Real se producía un desfile particular: personas con bolsas y más bolsas. Fijándose en ellas se podía adivinar la ruta de muchos: primero en El Corte Inglés, luego la plaza de Lugo y parada final antes de comer al lado del Obelisco. Las pocas tiendas que habían mantenido los precios de temporada cedían ayer y la hostelería, de rebote, se beneficiaba. Hoy continúa el movimiento. Los comerciantes esperan que buen tiempo para el fin de semana. Meteogalicia dice que tendrán suerte.

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