-Sí que es cierto, la cosa puede acabar muy mal.
Héctor Cañete. Presidente de la Asociación Provincial de Hostelería y de la Confederación de Empresarios de Hostelería de Galicia (Cehosga). La primera recibió entre el 2007 y el 2013 un total de 1,6 millones de la Xunta para la elaboración de cursos y la segunda un montante de 2,8. Asegura la policía que este empresario de la hostelería se quedaba, supuestamente, con un 30?% del dinero público de los cursos de formación que le encargaba a Crespo. En el ordenador que la policía halló en Azetanet aparecen pagos de la caja B de la empresa a Héctor Cañete por un total de 300.000 euros. A veces recibía él los ingresos y otras el tesorero de la asociación, según la instrucción.
Juan Chas. Presidente de la Federación de Asociaciones de Vecinos Salvador de Madariaga y trabajador de la Diputación Provincial de A Coruña, recibía supuestamente sobres de dinero, según sostiene la policía en base a los pinchazos telefónicos, que refieren llamadas entre empleados de Crespo en las que comentan las ocasiones en los que quedaban con él en el portal de su casa para darle el dinero. ¿En base a qué? Según la instrucción, como pago por sus gestiones en la Diputación para otorgarle subvenciones. Fue de los pocos amigos de Crespo que no le dieron la espalda cuando estalló todo. Y de las llamadas intervenidas se interpreta por parte de la policía el tráfico de favores de la trama. Como cuando Chas se queja de que el alcalde no hizo nada por él para ascenderlo en la Diputación pese a que siempre estuvo colaborador con el partido. O cuando llamó a Crespo para criticar a Negreira: «No te apoya, con lo que tú diste al PP».