Vecinos del Ventorrillo alertan del aumento del trapicheo en la zona
27 ago 2014 . Actualizado a las 07:00 h.«Los vecinos están empezando a ver mucho trapicheo y no queremos otro Penamoa». Esto asegura Rosa Barreiro, presidenta de la asociación de vecinos del Ventorrillo. Explica como después de la desaparición de dicho asentamiento tuvieron «un tiempo tranquilo, pero ahora la gente que trafica en las casas de San José, en Meicende, está haciendo como un circuito por los lugares de Cances y A Silva». Esta dinámica está motivada en gran parte por la presión policial ejercida sobre las personas que venden droga en San José: «Tanto la Policía Nacional como la local hacen bien su trabajo, pero los detienen y a los dos días ya están otra vez en la calle».
Barreiro relata como esa especie de V que forman las casas de San José, A Silva y Cances «es un espacio abierto con bastantes recovecos para poder esconderse y escapar», una circunstancia que está dificultando la acción policial que hasta hace unos meses se concentraba en las viejas casas de San José.
La presidenta de los vecinos del Ventorrillo considera que son necesarias medidas judiciales que eviten «que uno o dos días después de ser detenidos esta gente vuelva a estar en calle con toda tranquilidad». Considera que de esa manera no es posible solucionar este problema. Del mismo modo, Rosa Barreiro traslada el sentir de los vecinos del barrio en el sentido de que es una «situación jurídica complicada, pero tienen que hacer algo». Insiste asimismo en que entre el vecindario «se han vivido situaciones muy dramáticas» cuando estaba el poblado de Penamoa y «los vecinos no van a consentir que se repitan». Ese es el motivo por el que alertan de este rebrote del trapicheo que han detectado «desde hace unos tres o cuatro meses», indica Barreiro. Detalla que es posible ver todo el proceso desde los lugares donde se ponen para vender, por donde llegan los que van a comprar o quienes están vigilando mientras hacen la transacción por si llega la policía.