Da igual lo profundo que golpee la crisis para las pequeñas y medianas empresas de la comarca -y para un puñado no menor de las grandes- que el sostén de Inditex consigue equilibrar las estadísticas para dibujar una comarca en constante crecimiento económico. Pero, precisamente por esa dependencia de un único grupo, la radiografía que traza el Ardán muestra una comarca partida en dos, en el que solo tres municipios (Arteixo, A Coruña y Betanzos) concentran el 89 % del valor añadido bruto generado en la comarca. Esto es, de cada diez euros que se producen en la comarca, nueve salen de estos ayuntamientos. Una posición preponderante que solo se explica con el padrón en la mano en el caso de A Coruña, ya que en los otros dos municipios la razón hay que buscarla en los gigantes locales -el grupo textil en Arteixo y Gadis en Betanzos-.
De todas las ratios que se pueden establecer con los datos que recoge el informe elaborado por el Consorcio de la Zona Franca de Vigo, solo hay uno en el que Arteixo no se sitúa en cabeza. Es el de la productividad, la proporción entre la facturación de las grandes empresas y el número de trabajadores que tienen en plantilla, donde le adelanta Curtis (518.685 euros frente a 364.023), que solo coloca 28 empresas entre las mayores de Galicia, que suman en conjunto 488 empleados, apenas un 1 % que los que trabajan para empresas arteixanas. Pero la presencia en esa lista de Bioetanol Galicia, con más de 162 millones de facturación, le dispara en esa clasificación.
La última posición en cuanto a productividad se refiere es para Sada (apenas 99.200 euros de facturación por trabajador), a pesar de que es el único municipio al margen de los cuatro anteriores que cuenta con una empresa entre las cien mayores de la comunidad (Applus Norcontrol).
El despegue de Sobrado
Como en términos absolutos no hay quien haga sombra a los tres grandes municipios de la comarca, es necesario atender a la evolución relativa para hacer una radiografía precisa de los cambios en el tejido empresarial del área metropolitana. Con estas cifras en la mano, es Sobrado el municipio donde se produjo el tirón más espectacular en el 2012. La facturación de las grandes empresas del municipio -tan solo siete- se incrementó en nada menos que un 317 %, un alza de más de diez millones de euros. ¿Y qué explica un repunte de esa magnitud? La apertura de una empresa de gasoil que ingresó más de nueve millones. El escaso volumen de las ventas en los municipios menos poblados de la comarca hace que cualquier subida dispare sus números, como pasa en Vilasantar (61,9 % más) o Mesía (con un aumento del 20,7 %).
En el otro lado de la tabla se sitúan Aranga, Bergondo y Oza-Cesura, municipios en los que la caída de las ventas de las grandes empresas se mide en dos dígitos (desde el 11,7 % en el primero al 16,5 % que se deja el nuevo ayuntamiento surgido tras la fusión).