Las disensiones alcanzan incluso al núcleo duro de Mar Barcón
18 abr 2014 . Actualizado a las 07:00 h.Como si estuviese sentada sobre una olla al fuego, el suelo del PSOE se mueve bajo los pies de Mar Barcón. El malestar con la secretaria general se ha disparado después de la última encuesta encargada por el partido que les otorga ocho concejales, los mismos que obtuvieron en las municipales del 2011.
Si el sondeo acierta y el PP no repite mayoría absoluta, solo podrían tocar poder a través de pactos con EU, Anova (o AGE si van en coalición), y el BNG. Un escenario muy complejo que causa una honda incertidumbre en los cuadros socialistas.
Pero, además de dudas, la encuesta también ha provocado decepción por no crecer nada a costa del PP. Los críticos creen que se está perdiendo una oportunidad frente a los conservadores, tocados por la Pokémon y la tortuosa recuperación de la crisis.
El descontento ya no se limita a la vieja guardia o a los sectores revoltosos desde el inicio del mandato, se ha extendido con rapidez y ya agrieta el núcleo duro que rodeaba a la portavoz, tanto dentro del grupo municipal como del aparato local del partido.
La principal consecuencia han sido una serie de maniobras internas que buscan forjar alternativas a Barcón de cara a las primarias de otoño, en las que se elegirá al cabeza de lista para las municipales del 2015.
Por una parte están los veteranos, que ya tienen su mirlo blanco: Fernando González Laxe. El expresidente de la Xunta, preocupado por la división de la agrupación local, se borró de la carrera hace meses, pero muchos le consideran un candidato perfecto, e incluso pesos pesados del partido se han implicado para convencerle.
Pero hay otros nombres en liza. El que más suena es el de Pedro Armas, vicesecretario general del PSOE coruñés. Fuentes del partido señalan que se ha ido distanciando de Barcón y que sus fieles están sondeando a miembros de otros sectores.
Su posible candidatura fue el gran tema de los corrillos que se formaron el martes tras la conferencia de José Blanco en la Casa del Pueblo. Consultado al respecto, Armas se limitó a decir que «no es tiempo de primarias. Cuando toque nos pondremos con ellas, porque creemos en la democracia interna y gracias a ella el PSOE va a proponer a los mejores candidatos para las municipales, pero ahora estamos centrados en Europa».
Su prudencia contrasta con el nerviosismo del menguado grupo de confianza de la secretaria general, que el mismo martes intentaba reducir el impacto del descontento. Saben que la posición de Barcón es más precaria de lo que parece. En verano del 2012 ganó la secretaría general con 164 votos frente a 152 de Jesús Fernández y 34 de Manuel Vilaboy. Desde entonces amplió diferencias, pero sus apoyos no son fijos. Podrían moverse si Laxe entra en juego, o si alguien encabeza lo que para muchos es la panacea: un equipo con mayoría de caras nuevas, en la línea de lo que hizo Carlos Negreira en el PP. Los defensores de esa vía creen que se lograría una imagen de renovación mientras se priva a los populares de su arma preferida: la crítica al pasado.
La decisión final, en las primarias de otoño.