La cárcel se pudre sin ideas

Eduardo Eiroa Millares
e. eiroa A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA

PACO RODRÍGUEZ

La negativa de Interior a transferir el inmueble impide su conservación

28 mar 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

La vida paralela de la antigua cárcel y de la fábrica de Tabacos se separa ahora. Para la segunda hay futuro inmediato, mientras que del de la primera nada se sabe. El estado de abandono en el que se encuentra el inmueble, ajeno a cualquier mantenimiento, se tradujo esta semana en el aviso vecinal de desprendimientos en un lugar que pasó los temporales del invierno sin que nadie reforzase sus estructuras.

Los vecinos de Monte Alto alertaron esta semana de su estado, y ayer los grupos políticos de la oposición se sumaban a la petición de que se tomen medidas de modo inmediato para atajar su deterioro.

«No hay justificación después de tres años de mandato y dos de Gobierno de Rajoy, la prisión exige una solución y un proyecto para poner en valor el inmueble», denunciaban ayer los socialistas. «O Estado, propietario da antiga prisión provincial, ten que velar pola súa conservación e non está a cumprir coas súas obrigas legais non tomando ningunha medida necesaria para o seu mantemento, nin acometendo ningunha reparación», dicen desde el BNG, que destaca también que el gobierno local sigue sin exigir a Madrid que dé los pasos necesarios para poner fin al problema.

EU abundaba ayer en términos parecidos y en idéntica dirección, denunciando «o desprezo de Negreira fronte as iniciativas cidadás, coma o Proxecto Cárcere, que pretende darlla e a este edificio emblemático un uso sociocultural alternativo», y reclama también a Negreira que el Ayuntamiento tome con urgencia cartas en el asunto para evitar que la vieja prisión se siga cayendo a pedazos.

Como fondo del problema figuran las pugnas económicas entre Interior y el Ayuntamiento. Antes del 2011 se firmó un convenio que obligaba al consistorio a resarcir al ministerio por hacerse con el espacio. En los últimos años Prisiones se aferró a ese acuerdo para reclamar su cumplimiento, pese a las reclamaciones desde María Pita de cesión gratuita.

Y mientras el lío se alimenta en los despachos, sobre el terreno la cubierta de la cárcel se va llenando de vegetación, los pájaros anidan en sus celdas vacías y las fachadas se van cayendo acercando el histórico inmueble a un estado de ruina.