La última distinción en el cómic se suma a las de fotografía, arquitectura y música
02 nov 2013 . Actualizado a las 07:00 h.«Teño claro que o Premio Nacional é especialmente importante porque supuxo abrir unha fiestra a moitos lectores que ata o de agora se mantiñan alleos ao cómic». Así valoraba Miguelanxo Prado el galardón que recibía el pasado jueves por Ardelén (El Patito, gallego; Norma, castelán). Prado amplía de esta manera al cómic el espectro de especialidades que cuenta con galardonados coruñeses. Esta relación la abriera en 1995 Víctor Pablo Pérez, que durante dos décadas estuvo vinculado a la ciudad por ser el director de la Orquesta Sinfónica de Galicia.
Después de la música, dos años más tarde, vino el reconocimiento para la arquitectura de Manuel Gallego Jorreto. El que fue fundador de la Fundación Luis Seoane o el Museo do Pobo Galego recibió el premio nacional por la obra del Museo de Belas Artes que ocupa el antiguo convento de las capuchinas, una adaptación notablemente compleja. Esto fue algo que valoró el jurado a la hora de concederle el galardón.
En fotografía, el Premio Nacional reconoció el trabajo de Manuel Vilariño (A Coruña, 1952), que en estos momentos expone en el MAC, Mitologías, y en el edificio de Tabacalera, en Madrid, con la muestra titulada Seda de caballo.