«El PP tiene el dudoso honor de haber participado en la retirada de la capitalidad, el topónimo y la patrona», dice
09 oct 2013 . Actualizado a las 07:00 h.Anuncia que se presentará a las elecciones municipales del 2015 «por última vez». Carlos Marcos Blanco (A Coruña, 1961) asegura que «sacamos 4.900 votos en los últimos comicios y nos quedamos a unos pocos votos de entrar en María Pita. Por eso, haremos un último esfuerzo. Si no conseguimos representación, será la hora de dejar paso a otra nueva generación de coruñesistas que ice la bandera porque nosotros ya habremos cumplido con nuestro cometido».
-¿Qué valoración hace de los dos primeros años de Carlos Negreira como alcalde?
-Ha sido una gran decepción. Ha optado por dedicarse a cambiar las farolas y las aceras, como hacían los del bipartito, en lugar de buscar nuevas ideas y proyectos. Lo poco que ha intentado, como el túnel del Parrote y la Marina, no es más que una mala copia de uno de nuestros proyectos estelares en las pasadas elecciones municipales. Lo importante no es el subterráneo, sino el aprovechamiento en superficie. Y eso es de lo que se ha olvidado Negreira, que podrá ser un gran alcalde del PP, pero nunca de La Coruña.
-¿Qué destacaría de la gestión del gobierno municipal?
-En el 2011, Negreira se presentó ante los coruñeses con dos grandes proyectos: el metro ligero y los aparcamientos disuasorios. Eran dos mentiras, como se puede ver ahora. No es un alcalde vocacional, sino accidental, que le llega el amor por la ciudad de repente y se le va cuando cobra su última nómina como concejal. No es un fenómeno único. Hemos visto las deserciones de muchos concejales que han preferido otros lugares más confortables en lugar de sentarse en los bancos de la oposición.
-¿Cómo juzga el papel de la oposición en María Pita?
-Lamentablemente, no se ha producido ninguna reacción al perder el poder. No lo hicieron bien el gobierno ni el PSOE ni el BNG porque no tenían más proyecto en cartera que el reparto del poder. Se podría decir que siguen igual, pero la realidad es que han empeorado. Los partidos tradicionales que no sepan reconvertirse y conectar con la ciudadanía van a sufrir un terrible desgaste, aunque no lo quieran ver. Solo hay que examinar lo ocurrido en Portugal.
-¿Serán una alternativa?
-Lo tienen muy complicado, porque no llevan en su ADN el amor al coruñesismo y solo lo ven como una lotería remunerada con sesenta mil euros anuales. No es porque no hayan tenido grandes coruñesistas en sus filas, que los ha habido, aunque los hayan laminado.
-¿Es usted localista?
-Es algo que no entendí nunca. Si querer a La Coruña, a Galicia y a España es ser ser localista, sí lo soy. Y si tengo que elegir entre ser localista o que me engañen los minifundistas mentales separatistas, también quiero ser localista.
-¿Cómo espera conquistar la confianza de los votantes?
-La corporación ha pasado de ser formada por coruñesistas a reflejar solo a concejales de partido. El verdadero coruñesismo está en los barrios. No en las asociaciones de vecinos subvencionadas, sino en los coruñeses de verdad y ellos saben que estamos ante una última oportunidad de defender a la ciudad.
-¿Por eso ha sido tan beligerante con el tema del Rosario?
-Es que el PP tiene el dudoso honor de habernos quitado la capitalidad, el topónimo y ahora la patrona con sus votos. Destruyendo la historia, se destruye la ciudad y Negreira debería meditar sobre la algarabía del PP y el PSOE con la decisión.
-¿Concurrirá a las urnas en las próximas elecciones municipales con Albert Rivera?
-Su trabajo en Cataluña tiene mucho mérito. Mientras los demás participan en una riña económica que pone en peligro la unidad del territorio nacional, Rivera propugna un nuevo proyecto para Cataluña y España que nos sentiremos orgullosos en votar cuando dé el paso, porque nos sentimos muy cerca de él en sus postulados políticos y queremos transmitirle todo nuestro cariño y apoyo.
carlos marcos blanco presidente de unión coruñesa