Una ciudad en modo fiesta

D. V. A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA

GUSTAVO RIVAS

El día invitaba a salir y las distintas propuestas de actividades de A Coruña y comarca tuvieron abarrote

05 ago 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

Ni el domingo de playa pudo con las fiestas. Hubo abarrote en el Parrote y en toda cuanta oferta festiva se celebró ayer, pese a que no fueron pocas. Las hordas de domingueros salieron a la calle dispuestos a dejarse conquistar por las propuestas de María Pita 2013.

Si nos fiamos por el público que tuvo ayer la Feria del Libro, A Coruña es una ciudad lectora o, por lo menos, lo son sus paseantes. También estuvieron concurridas las casetas de Mostrart y la celebración del Día de Andalucía en las Casas Regionales, con misa rociera incluida y actuaciones de folclore.

Más allá de la propuesta gastronómicas del certamen que se celebra estos días en Méndez Núñez, donde también tiraron por los estómagos de los festeiros fue en las fiestas del Barrio de las Flores, que optaron por cocinar una paellada, complemento para la jornada de clausura de las celebraciones, en las que no faltaron ni música ni fuegos de artificio. La música tampoco faltó ayer en la ciudad y si para el sábado se recurrió a la música discotequera de Fangoria, ayer, domingo, se optó por una propuesta más tradicional y fueron los temas de Amizades los que tomaron la plaza de María Pita.

Propuestas variadas

El área metropolitana no quedó atrás en propuestas festivas. Lorbé cerró sus celebraciones con la recién estrenada I Festa da Navalla, creada como propuesta alternativa ante la imposible mejillonada debido a la marea roja. Quizás por ello dejaron para la música de ese día, a la orquesta Alarma, que cerró las celebraciones animando la verbena.

En Miño también hubo mucha actividad, optaron por sortear la crisis con la VIII Feira de Oportunidades y el Miño Stock. Hubo lloros, pero no por la economía, sino por la XII Feira da cebola chata , aunque eran de risa. Mientras que en Sada optaron por volver a los felices años veinte a base de moda de la época, vehículos clásicos, champagne, jazz y swing, con la celebración de la segunda edición de la Feria Modernista, que concluyó ayer para volver ya hoy al siglo XXI.