Fue la primera que se bautizó con ese nombre en España
09 dic 2012 . Actualizado a las 07:02 h.El 19 de marzo de 1812, las Cortes de Cádiz aprobaban la Constitución popularmente conocida como la Pepa. Muchos de sus principios fundamentales, que en su momento fueron revolucionarios, son hoy la base de las sociedades democráticas: la libertad, la igualdad ante la ley, la soberanía del pueblo, la división de poderes, las elecciones? Mayoritariamente, el pueblo coruñés y sus autoridades apreciaron y defendieron dichos principios. Una muestra de ello fue la solemne publicación y juramento de dicha Constitución.
El día 18 de junio de ese año, la ciudad recibió de mano del capitán general Francisco Xavier Castaños, el héroe de Bailén, un ejemplar de la Constitución, acompañado de la orden del Consejo de Regencia de que se jurase su observancia. El mismo capitán general fijó la fecha del 23 de junio para realizarlo, encargándose el Ayuntamiento coruñés de los preparativos.
Los actos comenzaron a las tres de la tarde del 23 en las Casas Consistoriales situadas en la plaza de la Harina, esquina calle Damas. Una procesión cívica a caballo, encabezada por los regidores, recorrió con el libro de la Constitución las principales calles de la ciudad, deteniéndose para publicarla en voz alta.
Fuegos artificiales
Por la noche, la ciudad estuvo magníficamente iluminada y hubo fuegos artificiales. En la mañana del 24, oficiales y tropas, acompañadas de numeroso público, juraron en la plaza de la Harina guardar y hacer guardar la Constitución; después la juraron, en el Palacio de Capitanía, las autoridades políticas, judiciales y eclesiásticas, y, en las Casas Consistoriales, los regidores. Por la tarde y la noche, continuaron los festejos con danzas gremiales, comparsas, funciones teatrales, música y bailes hasta altas horas de la madrugada.
El 25, para eterna memoria de dicho acontecimiento y por sugerencia del capitán general, el Ayuntamiento coruñés decretó que la plaza de la Harina se llamase en lo sucesivo de la Constitución y que, cuando lo permitan las circunstancias, se erija un suntuoso monumento que conserve el testimonio de haber sido la primera ciudad que juró la Constitución. Esta decisión fue conocida por las Cortes de Cádiz el 11 de agosto de 1812 y, a propuesta del diputado catalán Antonio Capmany, decretaron ese mismo día: que la plaza principal de los pueblos de las Españas, en donde se celebre o se haya celebrado ya el acto solemne de la publicación de la Constitución, se denomine en lo sucesivo plaza de la Constitución. Y así se ejecutó.
Así pues, podemos decir que todas las plazas de la Constitución que existen en España y en América deben su existencia a la decisión de los coruñeses que fueron los primeros en tenerla y en apreciar su valor simbólico como recordatorio público de los derechos ciudadanos y de las limitaciones del poder. Lástima de olvido.
«La ciudad de A Coruña fue la primera en la que se juró la Constitución»