«Mark Knopfler es insuperable»

Javier Becerra
Javier becerra A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA

El grupo tributo a Dire Straits grabará un deuvedé en vivo este sábado

30 mar 2011 . Actualizado a las 11:48 h.

El coruñés Óscar Rosende llevó lo de ser fan mucho más lejos de lo habitual. A él no llegó el hacerse con toda la discografía de Dire Straits. Tampoco asistir a todos sus conciertos mientras existían. Hace tres años se embarcó en Brothers In Band, un grupo tributo a la banda de Mark Knopfler que reproduce con sorprendente fidelidad On The Night, la última gira de la banda, la que hizo en 1992.

El sábado actúan en el teatro Rosalía de Castro, dentro de la gira que les está llevando por Burgos, Madrid, Bilbao o Santander. El concierto quedará plasmado en un deuvedé y ayer apenas quedaban 200 entradas a la venta (de 9 a 15 euros en el 902 504 500). El lleno está cantado.

-¿Le viene de lejos la pasión por Dire Straits?

-Sí, no recuerdo ser fan de otra cosa [risas]. Como me imagino que le sucederá a mucha gente lo mío es herencia familiar. En mi casa siempre se escuchaba mucho a Dire Straits.

-Es decir, usted fue otro de esos niños que en los ochenta se criaron con el «Alchemy» en el coche familiar.

-Sí, exactamente [risas]. En mi caso, suenan esas canciones y recuerdo viajes de noche a la aldea. Cuando escucho ese disco, cierro los ojos y, de verdad, lo puedo ver tal cual.

-De todos modos, usted lo llevó mucho más lejos que un fan tipo. ¿Cuándo cruzó la línea?

-Cuando empecé a tocar la guitarra, me fijé en Mark Knopfler, que es insuperable. Para mí es el más grande. Eso hizo que me gustase aún más Dire Straits.

-¿Qué lo hace especial?

-Pues no por ser el más rápido. Mucha gente relaciona velocidad con el hecho de ser el mejor y no es así. Knopfler tiene una técnica muy personal. Se estila mucho tocar con púa y él no lo hace. Yo ahora no sé tocar con púa, aunque quisiera.

-Sí, usted toca las cuerdas de la guitarra con los dedos índice y corazón, dejando el anular y el meñique estirados, igual que Knopfler. Semeja complicadísimo. ¿Cómo aprendió?

-Pues oyendo discos y viendo vídeos. Le daba al pause en las cintas de VHS y miraba cómo colocaba las manos. Poco a poco, fui cogiendo soltura.

-Tienen un grado de profesionalización muy alto para ser un grupo tributo.

-Sí, fue surgiendo poco a poco. Ahora somos 14 personas, nueve músicos y los técnicos. Entre todos ofrecemos un espectáculo lo mejor posible. El problema es que nos llaman de sitios en los que no cabemos todos en el escenario [se ríe].

-¿Cuál es para usted la mejor canción del grupo?

-Supongo que todo el mundo diría Sultans Of Swing, pero para mí la canción más completa es Telegraph Road. Es su gran obra maestra. Nosotros la tocamos de un modo muy parecido al Alchemy, con Tunnel Of Love antes.

-¿Es cierto los llegaron a confundir con Knopfler?

-En un concierto en Granada de Mark Knopfler en el 2008, montaron un escenario fuera para grupos de fans. El teclista, Guy Fletcher, que estuvo en los Dire Straits, salió y dijo que habían mandado apagar la megafonía del recinto, porque pensaban que era una grabación de Knopfler. Al día siguiente Fletcher recogió la anécdota en el diario de gira que tiene en Internet.

Óscar Rosende cantante y guitarrista de Brothers in Band