La banda actuará en el Coliseo junto a otros dos imprescindibles del género, Motörhead y Saxon.
29 jul 2011 . Actualizado a las 20:21 h.Judas Priest ha incluido A Coruña dentro del elenco de ciudades que podrán disfrutar de Epitaph, su gira de despedida. Será el próximo 29 de julio en el Coliseo y supondrá una de las últimas veces que el mítico grupo de heavy metal se suba a un escenario. El carácter histórico de la actuación se acrecienta aún más con su pareja de acompañantes de los británicos. Se trata de otros imprescindibles del género, Mortörhead, y un clásico menor pero muy querido por la parroquia heavy, Saxon. Esta tripleta se presenta como uno de los eventos estrella del año para los seguidores de este tipo de sonidos a nivel internacional. El precio va acorde. Los tiques, que se pondrán a la venta a partir del 16 de febrero en la red Ticketmaster, costarán 53, más los gastos de distribución. Teniendo en cuenta lo especial del recital y el tirón comercial que tienen este tipo de bandas, todo apunta a que se registrará una gran entrada. Judas Priest ya actuaron en A Coruña en el año 2005 junto a Barón Rojo. Entonces reunieron a 7.000 personas que se entregaron a los valores del grupo: metal de poso clásico, presidido por la voz andrógina de Rob Halford y servido con la habitual parafernalia de cuero, tachuelas y estética motera. Nada hace prever que en esta ocasión las cosas seas diferentes. Es más su público, a buen seguro, buscará exactamente eso. Un mito imprescindible Judas Priest es uno de los nombres clave en cualquier repaso del heavy. Fundados en Birmingham en 1969, es el precursor de la llamada New Wave of British Heavy Metal (Nueva ola de heavy metal británico), el movimiento que aglutinó a Iron Maiden, Def Leppard o los que en julio serán sus compañeros de cartel, Mortörhead y Saxon. En 1976, con su segundo disco, Sad Wings Of Destiny, establecieron el canon de sonido que irían perfeccionando, paso a paso, hasta cristalizar en British Steel (1980). Es el disco de Breaking The Law, una de las canciones que mejor define la primera etapa de una banda que se transformaría radicalmente a finales de los ochenta. Efectivamente, con Ram It Down (1988) se incrementó la potencia y con Painkiller (1990) tocaron la cima artística de su carrera. En ese momento, fue cuando Judas Priest pasó de las revistas de música a los medios generalistas por un triste motivo. Dos jóvenes decidieron suicidarse escuchando una de sus canciones. La familia quiso responsabilizar el grupo sin éxito. En la actualidad la banda la forman Rob Halford (voz), K. K. Downing (guitarra), Glenn Tipton (guitarra) Ian Hill (bajo) y Scott Travis (batería).