Los representantes vecinales aseguran que las quejas no tardarán en llegar y supondrán graves perjuicios
11 ene 2011 . Actualizado a las 12:02 h.Desde que el pasado 2 de enero entrara en vigor la nueva ley antitabaco, los fumadores han tomado las aceras para echar un pitillo mientras charlan con los amigos tranquilamente en el mejor de los casos, ya que de madrugada con una copa en la mano pueden llegar a perder el control de su tono de voz. Esta consecuencia de la nueva normativa ya ha provocado malestar y quejas entre los vecinos que ven como su derecho al descanso se ve interrumpido por el derecho de los fumadores.
Sin embargo, el propio alcalde, Javier Losada, confirmó que no había registrado todavía ninguna denuncia por ruido en el exterior de los locales desde la aplicación de la nueva ley, y descarta crear zonas de especial protección en las calles con movida nocturna, ya que considera que no se cumplen los requisitos para ello. Señala que «unas pocas personas fumando en la puerta de un bar no son razón suficiente para aplicar esta ordenanza y, en el caso de que fueran 300 personas y gritaran, cantaran o se pegaran a la vez que fuman, el problema vendría por los gritos y la bronca, y no por la aplicación de la ley antitabaco». En cualquier caso, advierte que, si un vecino denunciase ruido excesivo causado por fumadores (o no fumadores) de charla en la puerta de un bar, se seguiría el procedimiento habitual de enviar a la Policía Local: comprobación, mediciones y posible sanción, sin necesidad de recurrir a la declaración de ZEP.
El presidente de los vecinos de El Ensanche, Gerardo Crespo, asegura que ya han recibido alguna queja de vecinos debido al ruido que generan los fumadores en las zonas de pubs, y advierte que en los últimos días se ha vuelto a hacer botellón en la plaza de Vigo. «De momento vamos a esperar, porque con lo que están sufriendo los hosteleros ya tienen bastante». Los representantes vecinales de las zonas de San Pablo, Matogrande o la Marina señalan que hasta la fecha no les consta la queja de ningún vecino, aunque aseguran que «se nota más murmullo en la calle». En la misma línea, Luisa Varela, presidenta de la Federación de Asociaciones de Vecinos de A Coruña y Área Metropolitana, advierte de que «las quejas, que no tardarán en llegar, supondrán mucho perjuicios». «Es muy complicado porque tampoco les puedes cortar el derecho a los fumadores», dice. Varela anuncia que en breve se pondrán en contacto con la concejalía de Medio Ambiente para que pedir que instalen más ceniceros en las calles, «porque están llenas de colillas».