La cuarta visita de David Bisbal atraerá a la playa de Riazor una marea humana. El Ayuntamiento prevé que unas 30.000 personas acudan al concierto que esta noche, a partir de las 22.30 horas, ofrecerá el cantante almeriense. Pese a ello, en principio, no se cortará el paseo marítimo al tráfico, debido a que se espera que la afluencia a las playas durante todo el día sea alta. No obstante, fuentes municipales indican como muy posible que una hora antes del concierto se prohíba circular por la avenida de Buenos Aires, desde Rubine hasta el estadio.
Es un cantante con tirón y ayer ya tenía fans tomando la playa preparadas para no perderse nada hoy. Sara, de Madrid; Judith, de Girona; y Carlota y Natalia, de Barcelona, llegaron ayer a la una de la tarde con la intención de tomar la primera fila.
Estas veinteañeras han seguido a su ídolo por toda Europa. «Hemos ido incluso a Ámsterdam o Bélgica a verlo», explicaba anoche Natalia, desde su saco de dormir. Su devoción de fan les lleva a hacer este tipo de sacrificios. Comentaban que lo raro es que estuvieran solo cuatro.
En estos momentos, Bisbal está embarcado en la gira de presentación de su disco Sin mirar atrás, su último álbum. Y precisamente la canción homónima de este es con la que abrió varios de los conciertos en los que no fallaron sus grandes clásicos Bulería, Ave María, Lloraré las Penas y el último gran éxito cosechado por el ricitos de oro del pop nacional, Esclavo de tus besos. También habrá lugar en el set para Waving Flag (Agitando la bandera), la canción del Mundial de Sudáfrica.
Teniendo en cuenta el poder de atracción del cantante y el hecho de que se trate de un festival gratuito y al aire libre en pleno verano, puede darse una circunstancia muy especial: reunir en un solo concierto a más público que el logrado en todas sus anteriores visitas a la ciudad. Fueron las siguientes:
19-4-2002, 12.000 personas
David Bisbal debutaba en A Coruña dentro de la gira conjunta de Operación Triunfo, un auténtico fenómeno social en aquellos días. Llenaron completamente el Coliseo con fans que hicieron cola desde la seis de la mañana. La crónica de La Voz destacó que la compenetración entre Chenoa y Bisbal cantando a dúo Escondidos fue de lo mejor de la noche. No solo importaba el encaje musical, sino el sentimental: entonces eran una feliz pareja entregada al amor. El concierto, además de los aplausos y los gritos, tuvo un efecto secundario: 30 desmayos.
22-9-2004, 11.000 personas
Cuando el sarampión de OT perdía fuerza y muchos de sus compañeros de generación empezaban a desvanecerse o asentarse en el mundo de la telebasura, Bisbal tocaba el cielo gracias a Bulería, una de las canciones más famosas del pop español de la pasada década. En el Coliseo, en medio de sus saltos de karateca, su constante apelación a la participación del público y su inagotable chorro de energía se reafirmó como un caso singular dentro de la fábrica triunfita. La Voz tituló entonces A Chenoa le salen más rivales. En efecto, la relación de la que tanto se había hablado estaba rota. Y Bisbal solo era mucho Bisbal.
27-7-2007, 7.000 personas
Con Premonición hubo cambios en el mundo bisbaliano. Un poco más de guitarras y algo menos de público. Bisbal bajaba de la división de El Canto del Loco a la de Miguel Bosé en cuando a poder de convocatoria. Pero los fieles seguían respaldándolo. La Voz se desplazó al Coliseo horas antes y constató lo esperado: las primeras fans del grupo llevaban más de 12 horas a pleno sol.