El escándalo incombustible

La Voz

A CORUÑA

22 abr 2010 . Actualizado a las 03:52 h.

Aunque lo haya elevado a la categoría de himno musical, Raphael no tenía previsto que su concierto dentro de las fiestas de María Pita 2009 fuese a convertirse en un verdadero escándalo. Coronaba uno de los tres días el festival Noroeste Pop Rock, que en su afán por tocar la mayor cantidad de público posible destinó una de sus jornadas a la audiencia más mayor, con la inclusión del cantante de Linares y El Consorcio.

Esta decisión del Ayuntamiento generó malestar desde el mismo día de su anuncio. Algunos sectores veían que con artistas de ese estilo se desvirtuaba la esencia del festival. El malestar fue a más, se difundió por las redes sociales y terminó en una insólita concentración de protesta en la plaza de María Pita. Unas trescientas personas disfrazadas de los más variopintos personajes del mundo del pop y del rock corearon la canción de Raphael para mostrar su rechazo. Consideraban que no se podía encuadrar bajo el epígrafe pop y demandaban que tocase en otro tipo de evento.

Toda esta polémica se convirtió en la comidilla del verano y acrecentó la expectación del pase de Raphael en la playa. Unos por devoción, otros por morbo, lo cierto es que en el arenal herculino se juntaron más de 35.000 personas en la jornada con mayor afluencia de público de las tres. Toda esta masa humana presenció cómo el artista desbarató todos los rumores que hablaban de una posible cancelación. Más allá del pop -del que fue un auténtico pionero en la España en los sesenta-, se reivindicó como un artista único, revisando todos sus grandes éxitos ante una audiencia que en su mayoría se quedó entusiasmada.

Pequeño formato

Por ahora, no se sabe cómo enfocará la Concejalía de Fiestas el Noroeste Pop Rock 2010. Pero sí se sabe que Raphael volverá a hacer vibrar a sus seguidores coruñeses. De un modo diferente, no obstante, ya que lo hará en un formato mucho más pequeño y en dos sesiones. Las que tendrán lugar mañana y pasado en el Teatro Colón que prevé un lleno hasta la bandera.

Estos dos conciertos se enmarcan dentro de la gira de 50 años después, un álbum en el que el artista se rodea de un buen número de amigos (Alaska, Miguel Bosé, Enrique Bumbury, David Bisbal) y reinterpreta canciones viejas y versiones de otros artistas.

En el escenario sonarán muchas de esas canciones. Y todo hace prever que, cincuenta años después, Raphael seguirá fiel a su máxima de provocar el escándalo allá donde vaya.