Las cámaras fotográficas Lomo, que fueron muy populares durante los ochenta en la Unión Soviética, están de moda en la ciudad. Sus usuarios aumentan día a día
21 abr 2010 . Actualizado a las 02:00 h.El futuro mira tanto al pasado que incluso cuando una compañía de automóviles se quiere postular contra los coches retro emplea frases de Marilyn Monroe y John Lennon. «Es que pasa en todo, lo retro y lo vintage vuelve y se pone de moda», comenta Luis Rodríguez Ferreiro. Lo dice predicando con el ejemplo. En las manos tiene una Lomo LC-A, un viejo modelo de cámara fotográfica analógica. Esta ha pasado de ser una excentricidad de cuatro locos de las tendencias, a un fetiche de lo más moderno que se está multiplicando por la ciudad con su virus: la lomografía.
Bajo este término se engloba toda una cultura que gira alrededor del uso de estas cámaras y que -nueva contradicción- se sirve de Internet para su difusión. «Al principio solo conocía dos o tres personas por los Facebook, pero ahora conozco un montón de gente», asegura Ferreiro.
Sabe de buena tinta lo que afirma. Él trabaja en la zona del Orzán, en la tienda de ropa y complementos Royal Store, la única que actualmente las despacha en la ciudad. «Desde que abrimos, hace un año, debimos de vender unas cien».
¿Pero qué tienen esas cámaras para que la generación fotolog se fije en ellas? «Es toda una sorpresa trabajar con una -asegura Rodríguez-. No es como las típicas analógicas. Estas te dan un rollo muy saturado en los colores. Luego, hay modelos como la Diana y la Olga que, además, te hacen un viñeteado que otorga un toque muy retro a la foto. Yo creo que la gente está cansada de lo perfecto de las digitales y busca esta imperfección».
Marta Morán, María Yribarren, Antonio Bolaños o Alberto Couto son otros de sus seguidores. El último muestra en papel sus últimas fotos reveladas para certificar lo expuesto por Rodríguez. «Se usan carretes de 120 milímetros, más grandes de lo habitual y sin bobina, que te dan entre 12 y 16 fotos en cada revelado», comenta.
¿Y de precio? «Pues, a partir de los 40 euros, las más baratas, y hasta los 500 euros las que hacen fotos panorámicas», comenta. Eso sí, cuidado: «Esto engancha muchísimo», advierte Alberto Couto.