El caso de un joven tetrapléjico llegó al despacho de Benigno López, quien solicitó a la Administración más flexibilidad para facilitar ayuda a sus padres, octogenarios
24 mar 2010 . Actualizado a las 02:00 h.La historia de Tino González se ha colado en el informe anual del Valedor do Pobo. El pasado 20 de octubre, Benigno López leyó en La Voz de Galicia que Tino, de 40 años, llevaba casi un lustro postrado en una silla por culpa de una tetraplejia provocada por una presunta negligencia médica. Supo además que, nacido con síndrome de Down, no tenía más cuidado que unos padres octogenarios en su domicilio de Lubre, en el municipio de Bergondo, además del apoyo de un trabajador de Aspronaga durante cuatro horas al día. Leyó además que esta familia sobresalía a los problemas sin ayuda de la administración, si bien esta ya había ofrecido sus servicios a los padres de Tino.
Pero aquí llegaron las diferencias en las que el Valedor quiso intervenir. Reclamó una aclaración a la Consellería de Traballo e Benestar, quien le expuso que se habían ofrecido 90 horas al mes, si bien tal servicio fue rechazado por la familia «debido ao seu alto custe». Dicho servicio se realizaba a través del Concello de Bergondo. «A mí el Ayuntamiento me cobraba más que lo que le daba al chico que venía a ayudar», señala el padre de Tino. «Y por eso rechacé el ofrecimiento».
Posteriormente, la familia solicita una ayuda para cuidados en el ámbito familiar con 30 horas de servicio y propone como cuidador al padre. Pero la Consellería desaprueba la medida, ya que, según reza la propia ley, «una persona de edad avanzada no debe ser la cuidadora principal de otra persona en situación de dependencia». Finalmente, el Valedor alude a la nueva ordenanza municipal con nuevos costes de servicio. Así, hoy Tino disfruta del mismo cuidador (nunca prescindió de él pero desde el 15 de marzo lo financia la administración). «Ahora me cobran menos a mí y le pagan más al chico», dice el padre.