El alcalde de Miño gana 256.000 euros al póker virtual

A CORUÑA

27 ene 2010 . Actualizado a las 12:20 h.

El pasado domingo Juan Maceiras, el alcalde de la localidad coruñesa de Miño, pasó más de diez horas jugando ante su ordenador de casa. Empezó poniendo 40 euros y terminó embolsándose 256.000, el premio del que se conoce como el evento semanal más prestigioso del póker en línea: el Sunday Million de PokerStars. Muy pocos de sus vecinos se han enterado de un triunfo que ya consiguió el verano del año 2007 y que pone en valor, todavía más, su largo currículo de jugador virtual: «Es uno de los premios más importantes y hasta ahora nadie en el mundo lo ha logrado dos veces», explica. Este alcalde popular, de profesión médico, casi agradece que su éxitos con las cartas pasen desapercibidos en su municipio, algo que no le sucedería en EE.?UU., donde, dice, ha sido «portada en todas las revistas americanas». Maceiras cree que en Galicia este juego todavía tiene connotaciones negativas para muchas personas y argumenta que se asocia a timbas en locales oscuros y no a al importante «ejercicio de concentración» que, a solas, tuvo que hacer en el salón de su casa para derrocar a los otros 8.800 aspirantes que pugnaron por el mismo premio. El regidor de Miño, una localidad en la que la constructora Martinsa-Fadesa apostó por levantar una macro urbanización de cerca de 1.400 viviendas, ya se ha acostumbrado a dar entrevistas por su maña con las cartas, aunque lo habitual es que sus dos hijos (Juan y May) sean los protagonistas en las noticias sobre el póker, al que sí juegan en vivo. Profesionales «Ellos son profesionales: él se acaba de marchar a Isla Margarita a un torneo y ella se va en breve a Venecia, a otro», dice, y presume de que los equipos más importantes de este mundo se disputan a sus dos retoños. De hecho, juegan en bandos rivales y han tenido incluso que enfrentarse alguna vez. Curiosamente, en la casa de los Maceiras nunca hay torneos familiares y tampoco se debate demasiado sobre las estrategias de cada uno. El alcalde de Miño reparte los elogios entre el clan y asegura: «Aprendimos a jugar los tres juntos». Y añade que cada uno tiene su estilo, sus habilidades y, por supuesto, algunos puntos débiles. Eso sí, lo que no esconde es que entre los tres tienen un palmarés envidiable y que los genes, en este caso, están de su parte: «Alguna cualidad de familia tendremos».