La prostitución callejera de la calle Orzán se ha duplicado en los últimos meses. Desde el mes de junio, los vecinos han advertido un progresivo incremento de mujeres que comercian con su cuerpo en la calle. Dicen que, mientras antes se podía ver algún caso aislado, en la actualidad se concentran en grupos, llegado en los momentos de más actividad a superar la decena. Algunos indican que han visto hasta 20 durante los fines de semana.
«No paran de pasar coches que dejan y suben mujeres», comenta un vecino de la calle que prefiere mantener el anonimato. «El ajetreo es constante. Si pasas caminando te abordan y no te dejan en paz». El residente sostiene que, si un hombre va caminando por la zona, las mujeres ofrecen sus servicios: «Sí, si te dicen de todo menos bonito». El tramo más problemático en ese sentido es el que está alrededor de la travesía Mariñas.
Este aumento de prostitutas tiene un efecto secundario. «Como hay tantas, ahora hay chavales que los fines de semana vienen a la zona con la intención de meterse con ellas», indica el vecino. «Ellos las insultan a gritos, ellas les devuelven los insultos y se monta un follón de mil demonios. Pero luego, aunque estén solas, también se les escucha carcajeándose de madrugada. Hay días que no se puede dormir», relata.
J.?M., también residente en la zona, certifica esa subida, aunque en su caso dice que no sufre ninguna molestia. «Llevo tres años viviendo aquí y sí que es cierto que hay alguna mujer más haciendo la calle. Pero a mí jamás me han hecho nada, ni me afecta lo más mínimo». Su convecino, sin embargo, asegura que hace una semana y media vio una escena en la que varias patrullas de la Policía Nacional se desplazaron a la zona y detuvieron a un hombre con un cuchillo en la mano.
Por ello demanda más presencia de policía en la calle para que pueda actuar con carácter preventivo. Igualmente que se vigile la actividad de estas mujeres «para ver si están dentro de la legalidad o no». También demanda una «mayor iluminación en la zona ya que hay mujeres que tienen miedo si caminan sin acompañante».
«Es lo de siempre, pero peor»
La presidenta de la asociación de vecinos de la zona, Aure López, certifica el incremento que denuncian sus vecinos. «Eso viene desde antes del verano. Es lo de siempre pero peor. Siempre hubo algo, en esa zona la prostitución nunca se eliminó del todo, pero ahora parece que hay un repunte».
Aunque muchos de los residentes vean una relación entre este hecho y la crisis económica, la representante vecinal no cree que sea debido a ello. «No, el motivo creemos que es por el hecho de que aquí hay impunidad y entonces vienen de otras zonas. Las ves perfectamente como van llegando en coches».
Aure López dice que la hora en la que más ajetreo se da en la zona es alrededor de las diez de la noche. Respecto a las actividades ilegales dice que «todo va ligado, es un círculo vicioso» y que considera que «esas mujeres no están ahí por gusto».