Un «Sí, quiero» el 9 del 9 del 2009 a las 19 horas

A CORUÑA

10 sep 2009 . Actualizado a las 02:56 h.

Centenares de miles de chinos se casaron ayer. Los orientales, grandes amantes de la numerología, consideran que contraer matrimonio un 8 del 8 del 2008 o un 9 del 9 del 2009, como coincidió ayer, trae suerte y se traduce en amor eterno. Miguel Ángel y Miriam no son chinos, pero decidieron casarse este miércoles de septiembre porque «el 9 es el número favorito de ella y porque somos especiales. Somos así. Conociéndonos, lo raro sería que celebrásemos la boda en fin de semana», comenta Miguel Ángel Fernández Canzobre, horas de antes de decir el «sí, quiero» en la iglesia de Santa Eulalia de Liáns. «Nunca me había pasado algo así», asegura el párroco José Carlos Alonso . El enlace fue a las siete de la tarde. «En realidad son las 19 horas y el banquete a las nueve de la noche en el hotel Porto Cobo de Santa Cruz. Todo tiene nueve», precisa el novio, de 29 años, que trabaja en Francisco Parada y cuya familia se reparte entre el Agra del Orzán y la localidad oleirense de Dexo. La novia. El padre de Miriam García Werner , la novia de 27 años, (las dos cifras suman 9) es de la zona de la plaza del Comercio y la madre es alemana. Miriam estudió Sociología y ahora está en el último curso de Criminología. A principios de verano, cuando la chica acabó los exámenes, tomaron la decisión de casarse en la citada fecha. «La familia se extrañó un poco, pero ya nos conocen. Los del hotel nos dijeron que no había ningún problema, que un miércoles estaban todos los salones libres», comenta. Lo bueno es que jamás se olvidarán del día de su boda. «Soy el hombre más afortunado del mundo por encontrar esta mujer», sentencia con emoción Miguel Ángel, que hoy se pidió el día libre en el trabajo, pero mañana viernes se incorpora. «Nos iremos de luna de miel sobre el 22. Estamos esperando a una ganga de última hora para Punta Cana», dice sonriente ya camino del altar. Ahí tienen a los que se juraron amor eterno ayer, un 9 del 9 del 2009. A las 19 horas. Que sean felices y que coman nueve perdices. Un ortegano en el Rosalía. Tiene 27 años y cuando canta hasta se mueven los pinos de la playa de Morouzos de su Ortigueira natal. La primera vez que oyó una canción estaba en el regazo de su abuelo, tan ortegano como cantarín. Ahora se sube a los mejores escenarios de Florencia, Barcelona, Bilbao, Tel Aviv o Madrid y esta noche dejará oír su maravillosa voz en su otra casa, el Rosalía de Castro. «Como espectador fui varias veces y también canté en alguna ocasión formando parte del coro de la Orquesta Sinfónica», recuerda el barítono Borja Quiza , una de las firmes realidades de la lírica gallega. Esta noche compartirá protagonismo como el tenor tinerfeño Celso Albelo y con la pianista ourensana Cristina Pato, en un recital que servirá para homenajear a Alfredo Kraus cuando se cumplen diez años de su muerte y medio siglo de su debut en el Festival de la Ópera de A Coruña. Borja, que estudió en el Eusebio da Guarda y en el Salvador de Madariaga y empezó a cantar en las escuelas municipales coruñesas y en Follas Novas, es un joven que derrocha vitalidad y que, entre ensayo y ensayo, tuvo tiempo de estudiar la carrerra de Ingeniería Informática. «Desde hace tres años ya solo me dedico a la lírica. Ya tengo cerrados contratos hasta el 2012. Este mundo es así», comenta. Ahí lo tienen, en el parque de San Diego. Esta tarde, a partir de las 20.30 horas, un ortegano cantará en el Teatro Rosalía. Las entradas están agotadas desde hace semanas. La promoción de 1984 . Un grupo de ex alumnos de los Maristas que acabaron su etapa escolar en 1984 tienen organizada una cena para el próximo 3 de octubre. Con tal motivo crearon la dirección maristascoruna1984.blogs-r.com donde se pueden ver fotos de las fiestas del colegio, de cada clase y la información para apuntarse a la cena del 25 aniversario de la citada promoción. «A todos aquellos alumnos que no hayamos podido localizar les pedimos que entren en la web y se apunten», me comenta Inma Bernal, una de las promotoras del encuentro.

Hoy andarán por A Coruña los miles de turistas que llegarán al puerto en tres trasatlánticos. Ayer también hubo visitantes extranjeros, aunque fueron muchos menos y, en lugar de turismo, vinieron a hacer negocio. Se trata de una misión comercial de representantes de moda y tiendas de Nueva York que durante toda la jornada se entrevistaron con responsables de firmas gallegas para establecer contactos comerciales.