«Escándalo» en María Pita

A CORUÑA

Unas 300 personas se manifestaron frente al Ayuntamiento solicitando que artistas como El Consorcio y Raphael no toquen nunca más en el festival Noroeste Pop Rock

13 ago 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

Hasta aquí hemos llegado. Eso pensaron algunos jóvenes cuando vieron que Raphael y El Consorcio formaban parte del cartel del Noroeste Pop Rock de este año. Montaron un grupo de Facebook en Internet y, lo que en principio era una pataleta cibernética, creció como una bola de nieve. En poco tiempo se adhirieron más de 2.000 seguidores (ayer, a la tarde, sumaban 2.744) y la cosa terminó en la calle. Concretamente, en la plaza de María Pita, donde 300 personas dieron la espalda al Palacio Municipal coreando a voz en grito el famoso estribillo de «¡Escándalo, es un escándalo!», que hizo célebre Raphael.

Para ello, varios de los participantes acudieron a la cita disfrazados de estrellas del rock. Por allí se pudieron ver, entre otras, voluntariosas réplicas de Slash (Guns n' Roses), George Michael, Kiss, Joey Satriani, Madonna, Jimi Hendrix, Angus Young (AC/DC), Lady Gaga o Mark Knopfler (Dire Straits) mostrando su descontento por lo que ellos consideran una nefasta evolución del festival.

El impulsor de todo, Daniel Díaz, iba caracterizado como Robert Smith, líder de The Cure. Y, pese a saludar desde el megáfono a lo Miguel Ríos («Buenas noches, bienvenidos, hijos del Rock n' Roll), recordó el año en el que su banda tocó en el Noroeste, en el verano de 1998. Ante los convocados, insistió en que el único motivo que lo llevó allí es el de enderezar el rumbo de los conciertos de la playa: «Manifestamos nuestro descontento por la pérdida de identidad del Noroeste Pop Rock, en el que generaciones de coruñeses hemos disfrutado de grandes conciertos. Queremos recuperar la esencia de un festival que ha perdido su rumbo».

También advirtió: «No cargamos ni cargaremos contra los grupos que vienen al Noroeste. Solo pensamos que no entran dentro de la filosofía de un festival que nació con nombre y apellidos, pop rock. No creemos que ese sea el lugar adecuando para estos artistas».

Terminado el manifiesto, el Robert Smith coruñés mandó un recado al concejal de Fiestas, Carlos González-Garcés. Días antes, este recordó que él se había manifestado a favor de la libertad en la Dictadura y consideró que era «una maravilla» el hecho de que la preocupación más importante de los jóvenes de hoy en día fuera si Raphael es o no es pop. «Gracias a Dios -dijo Díaz-, llevamos 30 años de democracia. Por eso, nos podemos manifestar por lo que queramos, como la cultura de nuestra ciudad».

Al final, en plena borrachera festiva, los integrantes terminaron haciendo un trenecito por María Pira tarareando el Cha-cha-chá del tren de El Consorcio. Algunos paseantes, estupefactos, preguntaban qué era lo que pasaba. «Es una cosa de roqueros, que no quieren a Raphael», contestaba uno.