La BBC hace pagar caras las bromas

Manuel Allende

A CORUÑA

El ente público recibe casi 20.000 quejas y suspende a dos presentadores por unas burlas de índole sexual hacia un actor

30 oct 2008 . Actualizado a las 02:00 h.

La crisis financiera, las disputas políticas entre laboristas y conservadores y hasta el Gran Hermano han quedado olvidados en las últimas horas por el escándalo suscitado por dos presentadores de la BBC que gastaron una broma imprudente y grotesca a un actor de 78 años. La chanza se desarrolló en la Radio 2 de la BBC y se basó en comentarios y un mensaje de índole sexual dejado en el contestador del actor. La BBC ha suspendido a los dos presentadores, pero los medios más populares quieren sus cabezas .

Los protagonistas del drama son un veterano presentador, Jonathan Ross, polémico por su salaz vocabulario e hiriente humor -niño bonito de los ochenta, crítico de cine y humorista extravagante-, y Russell Brand, con una comicidad más bizarra y escasamente elegante. La víctima fue el actor Andrew Sach, popular por su interpretación de Manuel, un camarero en la legendaria serie de humor de los setenta Fawty Towers (en España el camarero era italiano).

Mensaje soez en el contestador

Los muchachos de la radio trataron de contactar con el septuagenario actor, pero hasta en cuatro ocasiones saltó el contestador. Ante semejante imprevisto, los dos cómicos, con mucho desparpajo, le dejaron un mensaje en el que le dijeron que uno de ellos, Brand, había tenido relaciones sexuales con su nieta de 23 años Georgine Baillie. Posteriormente, Brand añadía entre risas: «Andrew, no es cierto, yo no he hecho nada con Georgina. ¡Mierda, he revelado que sé su nombre, qué desastre. Cuelga Jonathan, cuelga!».

No ocurrió nada hasta que el Mail on Sunday publicó el suceso en su portada. Si el domingo la BBC había recibido dos quejas del público, hasta ayer por la tarde las protestas se incrementaron hasta sumar casi 20.000. Como consecuencia, la Ofcom, órgano que controla la calidad de los medios de comunicación británicos, iniciaba una investigación. A la ola de críticas se unía también el grito del primer ministro Gordon Brown, quien decía que «es claramente un comportamiento inapropiado, inaceptable».

Los diarios sensacionalistas tienen aseguradas las ventas de la semana, ya que incluso la nieta del actor es materia escandalosa y amarilla: Baillie es miembro de un grupo de estríperes, las Satanic Sluts Extreme (Extremas Putas Satánicas), y su perfil en Facebook incluye fotos semidesnuda.