García López analiza en su nuevo libro los orígenes del comercio coruñés

La Voz

A CORUÑA

08 jul 2008 . Actualizado a las 12:12 h.

El establecimiento de una línea de Correos Marítimos y la Liberalización del Comercio con América en la segunda mitad del siglo XVIII fueron dos de los factores que actuaron como imán de buena parte de los comerciantes que se asentaron en la ciudad procedentes de otras partes de España y del extranjero. A todos ellos está dedicada la obra Los pioneros del comercio en La Coruña, una obra del notario, investigador e historiador Alfonso García López, editada por Lex Nova y la Fundación Caixa Galicia y que ayer fue presentada en sede de la entidad.

Nombres como los Dalmau, los Daubagna o Juan Francisco Barrié son algunos de los que se deslizan en las páginas del libro. «La labor de todos esos hombres -explicó García López- fue más allá del ámbito empresarial, ya que son los artífices de la Coruña moderna, liberal, tolerante y receptiva que conocemos hoy en día». En este sentido, el autor destacó que fueron pocos los gallegos que supieron aprovechar las oportunidades que les brindaba el nuevo contexto. «Entre un 90 y un 95% de los comerciantes eran llegados de fuera», explicó.

El autor fue presentado por el presidente de Caixa Galicia, Mauro Varela, ante un nutrido auditorio. En su intervención, explicó que el libro es «un excelente ejemplo de que todavía existen ocultos en la historia hechos y personajes que merecen ocupar papeles protagonistas en nuestro recuerdo, y más en un año en el que festejamos ocho siglos de historia de la ciudad».

Al mismo tiempo, explicó que el libro es una historia del comercio, pero también un canto a la iniciativa empresarial de muchos hombres que supieron ver más allá del corto plazo.

Paralelismo

«En el libro, el lector puede descubrir en qué medida muchos de los problemas de aquel entonces subsisten», señaló el autor, que apeló a las opiniones de los empresarios como Roberto Verino (autor del prólogo de la obra) y José Sierra para avalar su tesis: «Han dicho que, en gran medida, con un ropaje y nombre diferentes, siguen existiendo. Por ejemplo, en aquella época un problema muy serio en Galicia eran las comunicaciones. Ir a Santiago o a Vigo era una aventura. Ahora en una gran parte de España hay AVE y aquí no sabemos cuándo nos va a llegar. Cuando las autopistas habían llegado, aquí todavía no habían llegado».