El guitarrista del grupo, Edward O'Brien, se refirió a la ciudad en la presentación del disco «In Rainbows»
22 nov 2007 . Actualizado a las 12:42 h.El guitarrista del grupo de rock británico Radiohead, Edward Ed John O'Brien, cita la ciudad de A Coruña en un vídeo colgado en la plataforma YouTube. Dicho vídeo se puede localizar bajo el título Radiohead - Ed's Tender Moment (Thumbs Down Webcast) y también con el de Ed O'Brien recites The Burial of Sir John Moore at Corunna y pertenece a uno de los diferentes fragmentos existentes en Internet de su particular show digital ofrecido en www.radiohead.tv. Con él presentaron, a través de la red, su nuevo disco: In Rainbows.
En la toma, el guitarrista aparece con un fondo blanco, vestido de negro, acompañado de una copa, sentado en la postura del indio y con un micro en las manos. Mira a la cámara y cuenta los motivos que le llevan a recitar un poema con el título The Burial of Sir John Moore after Corunna, versos en honor al general británico que murió en la batalla de Elviña en 1809 y cuya tumba se encuentra en el jardín de San Carlos.
El vídeo, de factura casera, arranca con el propio O'Brien hablando. «Buenas tardes a todos, quisiera compartir con ustedes un momento muy tierno para mí», explica. «Voy a leer un poema que aprendí cuando tenía ocho años, porque fui a una escuela muy buena. El poema se escribió en honor a John Moore en Coruña -lo pronuncia con la letra ene en vez de eñe-, que se dice Corrruña -lo pronuncia con doble erre exagerando el fonema- si se trata de España».
Un poema clásico
El texto el que se refiere Ed O'Brien se trata de una oda escrita por el autor irlandés Charles Wolfe titulada El entierro de Sir John Moore, muy popular en Inglaterra y que se suele enseñar a los niños en los colegios.
Con voz grave, los versos se suceden mientras que el encargado de la filmación prueba todo tipo de efectos con la cámara: filtros sepia, pastel, blanco y negro, superposiciones de plantos y hasta un logotipo del grupo Radiohead.
La oda se inicia con los siguientes versos cargados de solemnidad: «No se oyó un tambor ni una nota funeral/ Cuando aprisa llevamos su cuerpo a la muralla/ Sobre la tumba donde depositamos al héroe/ Ni un soldado disparó salvas en su honor». El poema, con una extensión de más de 30 versos, finaliza en clave emotiva: «A lo lejos se oían cañonazos aislados/ Que el enemigo terco disparaba/ Lenta y tristemente le bajamos/ Del campo de su fama reciente y ensangrentada a la fosa/ Ni una línea grabamos, ni una piedra pusimos/ Le dejamos solo con su gloria».
Al término, Ed O'Brien se confiesa: «Me amarga que todavía no entiendo ni una palabra del poema».