La patrullera KNS Jaisiri se construyó en el astillero Gondán, de Asturias, con el objetivo de vigilar las costas de Kenia. Sin embargo, desde hace unos seis meses es el propio barco el que está siendo vigilado por agentes jurados en el muelle comercial de Sada.
El buque militar navegó desde el puerto de Figueras, en Castropol, hasta la dársena sadense para que los técnicos en armamento le instalasen el equipo de defensa, consistente en una cañonera a proa y otra a popa. También estaba previsto que el barco hiciese las pruebas de mar en la ría sadense.
Sin embargo, todo apunta a que las cosas se torcieron entre el Gobierno keniano y el astillero asturiano, según fuentes próximas al buque. Indicaron que los responsables de Defensa del país africano hicieron una primera entrega económica al constructor, «pero desde esa entrega no volvieron a hacer ninguna otra aportación económica».
Incluso, según estas mismas fuentes, los responsables políticos de Kenia están solicitando que Astilleros Gondán «les rebaje el precio de la patrullera, ya que consideran que el barco, aunque nunca navegó, ya lleva dos años construido y lo consideran de segunda mano, algo que parece que no acepta la constructora». Parece ser que estas diferencias llegaron a conocimiento de otras autoridades «e intervinieron el barco».
Mientras tanto, los responsables de Astilleros Gondán están buscando una salida para el KNS Jaisiri. Estas mismas fuentes aseguraron que incluso «no se descarta la posibilidad de que el barco pase a formar parte de la flota de la Guardia Civil».