Una vecina del número 2 de la plaza del Humor decidió alejar a los jóvenes que un jueves más hacían botellón bajo su piso y bajó, en bata, a tirar contra los concentrados, sobre la una y media de la pasada madrugada, un cubo con agua y lejía. Aunque había mucha presencia policial en la zona, nadie intervino y los muchachos optaron sólo por abuchear a la protagonista de la que se puede considerar como primera reacción violenta de los afectados por el botellón. Otros vecinos permanecían con las luces encendidas y mirando por las ventanas como reacción a los problemas de ruido que genera este tipo de macroconcentraciones.
Era el incidente principal de una noche en la que una vez más el botellón tomó la ciudad. Más de un millar de jóvenes bajaron con sus bebidas la pasada madrugada a la plaza del Humor. Mientras, en la plaza de Azcárraga a penas cincuenta lo hacían en grupos, sin presencia policial aparente. Sólo se veía a dos guardias jurados. «Nosotros estamos sólo para vigilar el palco, no hay directrices de controlar el botellón y no pensamos hacer nada», explicaron. Algunos de los asistentes aseguraban que la espantada de Azcárraga es debido a que la semana anterior fueron conminados por la policía a concentrarse en la plaza del Humor.
Junto al mercado de Agustín unos diez agentes de la Policía Local, y dos patrullas de la Policía Nacional, supervisaban la reunión de los jóvenes. «Sí, hoy hay más efectivos de lo normal, pero no vamos a hacer nada, no vamos a impedir que beban en la calle, sólo estamos para impedir que se produzcan altercados», explicaba uno de los agentes del 092, expresando lo que minutos más tarde repetía un compañero del 091.
«Mejor que haya tanta policía, porque así no hay peleas. Yo pienso beber igual», explicaba un botellonero.
Medidas
Por otra parte, Belén Rodríguez, una de las impulsoras de la futura coordinadora de vecinos de la plaza del Humor, informó ayer que la decisión final de si se forma esta entidad se tomará el próximo lunes 15, en el Círculo de Artesanos a las seis y media de la tarde.
Posteriormente, a las ocho, se dirigirán al barrio en la propia plaza del Humor, tal y como hicieron en la asamblea del pasado miércoles.