Amancio Ortega ya es dueño de todo el edificio del antiguo cine Avenida

Sofía Vázquez / Carmen V. Valiña A CORUÑA

A CORUÑA

Alcanzó un acuerdo con el último de los propietarios, que se resistía a vender El empresario ya tiene en propiedad en la misma acera la obra del Banco SantanderLa construcción data de 1937 y albergó la sala de proyecciones más céntrica de la ciudad

25 jun 2007 . Actualizado a las 07:00 h.

Amancio Ortega se ha hecho a través de la sociedad Pontegadea Inmobiliaria con la totalidad del edificio del antiguo cine Avenida, ubicado en los Cantones. El presidente de Inditex llegó a un acuerdo con José Ramón Valcárcel, el último dueño de la propiedad horizontal del inmueble, que, desde hace meses, se negaba a vender su participación. El pacto se produjo tras una larga negociación que se venía prolongando desde hacía meses y que resultó especialmente complicada para Ortega, puesto que las ofertas del empresario no satisfacían a la familia Valcárcel. Cuantía y uso final Hasta el momento no ha trascendido el importe que Pontegadea Inmobiliaria tuvo que desembolsar para hacerse con el edificio, compuesto por seis plantas, una entreplanta, bajos y entrecubierta. En ellos se localizó durante muchos años el cine Avenida, además de una joyería y una librería. En el inmueble existe también un negocio de compraventa de joyas, una correduría de seguros y el estudio de la pintora Elena Gago. Se desconoce cuál será el uso que Ortega dará al edificio, si bien algunas fuentes apuntan a la posibilidad de que traslade al centro de A Coruña la sede de su fundación. Ya en la misma acera, el empresario tiene en propiedad el edificio del Banco Santander. Si finalmente se confirma la noticia, los Cantones se convertirían en la gran avenida de las fundaciones, ya que en ella se encuentran los edificios de la Fundación Barrié, la de Caixa Galicia y la de la ONCE. Un edificio con historia El edificio que albergó el cine Avenida es uno de los de mayor solera de toda la ciudad. Fue construido entre 1937 y 1941 por el arquitecto coruñés Rafael González Villar, sustituyendo al antiguo teatro Linares Rivas. Es una construcción catalogada por su especial valor. El mérito principal de este inmueble es que a través de un vestíbulo en forma de galería comercial interior, al fondo del que se encontraba el cine, permite que la calle entre en el propio edificio. Se crea así un patio interior que fue revolucionario en su época. Lo que fue la sala acondicionada como cine estaba decorada al estilo art decó. El Avenida fue, junto al Colón, durante años la sala de proyecciones más céntrica de la ciudad, además de uno de los primeros cines en los que las mujeres trabajaron como acomodadoras.