«El pensamiento está en el fango: hay que ensuciarse»

Á.?M. Castiñeira A CORUÑA

A CORUÑA

CÉSAR QUIAN

Entrevista | Javier Sanz Acaba de publicar su tercer libro, un compendio de «aforismos, metáforas, greguerías, melancolía...» editado por él mismo

10 feb 2007 . Actualizado a las 06:00 h.

Licenciado en Derecho por la Universidad de Alcalá de Henares, Javier Sanz (A Coruña, 1968) confiesa que durante una temporada trabajó en una empresa de distribución de comida japonesa para poder dedicarse a las dos cosas que realmente le interesan: la fotografía y la literatura. Después dio cursos de fotografía por toda España. Ahora acaba de publicar su tercer libro, una autoedición. -Afirma que es autodidacto. ¿Cómo aprendió la técnica fotográfica? -Con ganas, tiempo y saber lo que quieres. No hace falta tanto curso. Lo más importante no es la técnica; es el ojo, saber ver... Y eso es muy difícil que te lo enseñen. El ojo artístico es lo que hace original una foto. Se le rinde mucho culto a la técnica y poco al ojo artístico. -Pero habrá sacado todo tipo de imágenes -He hecho de todo, por dinero. Pero lo que más me interesa es la fotografía de la naturaleza. Quiero reivindicar una visión más artística y no documental de la fotografía de la naturaleza. -Explíquese. -Por ejemplo: en el National Geographic prima más el valor documental y no el artístico. Yo quiero mirar la naturaleza por el ojo de la cerradura del espíritu. -¿Y ese espíritu lo llevó a la literatura? -A la vez que hacía fotografías, escribía pensamientos. -¿Qué clase de pensamientos? -Podrían calificarse de prosa poética. Son aforismos, metáforas, greguerías, melancolía... Para hacer El viento no tiene guión -su segundo libro-, de miles de pensamientos me quedé con cientos. -¿Su última obra, «Rojo afilado», sigue el mismo estilo? -Es fruto de la decisión de recuperar mis pensamientos en otro libro. Sigue el mismo concepto, pero es más ácido, sarcástico, con más humor que el anterior. El hombre no sabe nada y lo único que le queda es la ironía. No creo en el dogma. El dogma es muy pulcro y el pensamiento está en el fango: hay que ensuciarse. -En su libro hay citas de Gómez de la Serna. ¿Escribe aforismos por influencias literarias? -Gómez de la Serna y las vanguardias son mis máximas influencias, y también coqueteo con el surrealismo. Busco algo que sorprenda al lector, sin mayores pretensiones. -Ponga un ejemplo. -El cuadro de Goya Saturno devorando a sus hijos, decorando un McDonald's.