En octubre del 2003 el convento de la calle Gregorio Hernández cambió de manos. Las Adoratrices culminaron entonces un proceso de venta iniciado meses antes y que finalmente se cerró con un acuerdo con la inmobiliaria Altramuz. Este nombre corresponde a una de las sociedades del empresario coruñés Juan Carlos Rodríguez Cebrián, ex director general de Inditex y que también ha adquirido recientemente la Maternidad Belén. En el momento de la adquisición por parte de la inmobiliaria de Rodríguez Cebrián el entonces concejal de Urbanismo, José Luis Méndez Romeu, aseguró de forma tajante que no tenía previsto variar el uso de la parcela, que figuraba en el Plan General de Ordenación Municipal de 1998 como suelo urbano no consolidado y con uso asistencial privado, lo que impedía la construcción de viviendas en el solar. Nueva urbanización Transcurridos casi dos años desde la compra, el actual responsable de Urbanismo, Javier Losada, anunciaba el pasado lunes que la demolición de la antigua residencia de las Adoratrices forma parte de un proyecto global para urbanizar el área comprendida entre Gregorio Hernández, la calle Canceliña, la avenida de Peruleiro y la ronda de Outeiro. Sobre el solar del antiguo convento de las Adoratrices se construirá un edificio de nueve plantas y en su entorno se creará un parque de 20.000 metros cuadrados.