Fomento ya reservó en 1999 el dominio público de Langosteira

La Voz R.C. | A CORUÑA

A CORUÑA

31 ene 2004 . Actualizado a las 06:00 h.

Mañana, el palacio de María Pita será testigo de la puesta en marcha del puerto exterior. A lo largo de todo el 2003, tras el Consejo de Ministros que en enero aprobó el Plan Galicia, el proyecto tomó forma definitiva hasta certificarse su viabilidad. Sin embargo, hay mucha historia detrás. 1995. Las alternativas El origen se remonta a 1995, hace casi diez años. Comenzaron entonces los estudios sobre las alternativas de ubicación para un posible puerto exterior. Se analizaron diferentes lugares, entre ellos la ría de Ares y el entorno de As Yacentes. Langosteira ganó la batalla. 1998. El proyecto básico En el 98 se redactó el llamado proyecto básico, que determinó las características que debía reunir la futura dársena: muelles de gran calado para el atraque de petroleros, pantalanes para graneles sólidos, amplia superficie terrestre, facilidad de acceso a las vías de comunicación... 1999. Impacto ambiental Pocos coruñeses saben que 1999 fue un año clave para este proyecto, considerado entonces como una utopía. En esa época se redactó el estudio de impacto ambiental de la nueva infraestructura. Con el informe completo y revisado, el Ministerio de Medio Ambiente lo aprobó dos años después. Tener superado este trámite fue decisivo para poder agilizar los trabajos posteriores. También en 1999, el Ministerio de Fomento dio un importante paso adelante al aprobar la reserva de dominio público en los terrenos de punta Langosteira. 2000. El proyecto inicial Los diques proyectados en la costa de Arteixo empezaron a tomar formas y magnitudes precisas a partir del año 2000. 2003. El proyecto final La comisión técnica creada al efecto desarrolló con todo detalle el proyecto definitivo. Después de minuciosos estudios se llegó al examen de dos alternativas, muy semejantes pero diferentes en cuanto al tamaño de la escollera principal. La comisión, presidida por el conselleiro Alberto Núñez Feijoo, seleccionó la opción más ambiciosa, y también la más costosa, porque ofrecía mayores garantías de operatividad. Paralelamente, la comisión urbanística definió la reordenación de los muelles actuales y el grupo económico logró encajar las piezas de la financiación. Tres millones en estudios El puerto exterior costará unos 600 millones de euros. A su lado, 3 millones parece poco, pero son 500 millones de las antiguas pesetas. Es el montante empleado hasta ahora en las decenas de estudios científicos que se han realizado para calibrar al milímetro los detalles de la obra. Los profesionales que más se han implicado en este trabajo, con Guillermo Grandío al frente, han recordado en los últimos meses que el proyecto está en los límites de la viabilidad. Es posible, por eso se llevará a cabo, pero entraña una complejidad extraordinaria. Será necesario instalar grúas en el mar, en verano y en invierno, para mover bloques de hormigón de 150 toneladas (150.000 kilos, un peso equivalente al de 2.100 personas). Está en las previsiones de los expertos que los temporales más violentos pueden derribar parte del trabajo avanzado en algún momento de la construcción del dique. 2004. Continuará El 2004 pasará a la historia como el año de la aprobación definitiva del ansiado proyecto. Es posible que lleguen a comenzar las obras en este mismo ejercicio económico. El plazo de ejecución está fijado en nueve años.