Maribeles con sangre coruñesa

La Voz

A CORUÑA

CÉSAR QUIAN

El pulso de la ciudad La madre de la actriz aprovechó que su hija actuaba en el Rosalía de Castro para volver a la casa del Campo de Marte donde nació hace hoy 59 años

22 nov 2003 . Actualizado a las 06:00 h.

Está tan entusiasmada como emocionada con la entrevista, la primera de su vida. Hace unos días se vino a la ciudad para reencontrarse con el pasado. Lo primero que hizo fue coger un taxi y pidió que la llevasen a Curros Enríquez, 20, al chalé del Campo de Marte donde nació tal día como hoy hace 59 años. La mano le tembló cuando llamó a la puerta. Se le agolparon los recuerdos a la entrada de la casa donde vivió hasta que tenía ocho años. «Hola, soy Maribel Rollán Carvajal y nací aquí», le explicó a la actual propietaria, Elvira López Sánchez , que la recibió con los brazos abiertos. Se cayeron tan bien que las dos dicen que se hicieron amigas para toda la vida. Ahí la tienen, en el mismo lugar donde rompió a llorar el 23 de noviembre de 1944. Recuerdos imborrables ?a última vez que estuvo en A Coruña fue hace 22 años. «Entonces mi hija tenía once añitos. Poco después debutó en el cine en La huella del crimen », recordó esta mujer, hija de un militar que fue destinado al cuartel de Zalaeta, casada con un madrileño y que vive cerca de Benidorm, el lugar donde regenta la tienda de decoración M. Verdú. Habla sin parar y por momentos los ojos se le nublan con las lágrimas de la memoria. Dice que estudió en el colegio Caramelo de Adelaida Muro y que le prometió a su madre, una lucense, que algún día volvería. «Llevo su foto conmigo, al igual que mi hija. Fue una madre y una abuela excepcional», comenta emocionada. Hoy vuelve a su casa con la receta del caldo debajo del brazo. «Yo soy, y me siento, muy coruñesa». Su hermana Cristina y su tía Carmiña viven en Adormideras. Como dos gotas de agua La Maribel de 33 años se parece a la de 59. Su carácter también es similar. Las dos son extrovertidas, habladoras, expresivas, libres. Sin tapujos. Nos encontramos en el hotel NH Atlántico. La madre, la hija, el perrito que responde al nombre de Tito , el más querido por la familia, y Pedro Larrañaga , el marido de la actriz. «Puedes poner que adoro a mi yerno. Soy la suegra más feliz del mundo. El Yorkshire es como un nieto», me comentó. La Verdú acaba de llegar de Vigo. La gira teatral con Por amor al arte la llevó por media Galicia y la mantendrá de viaje por España adelante hasta mayo. «Mi vida siempre es a corto plazo. No sé qué haré después. Ahora sólo tengo tiempo para pensar en esta obra», explicó con el mismo tono de voz que su mamá. Comparte escenario con otra coruñesa, Beatriz Santana , de la que deshace en elogios y con la que comió ayer en el restaurante Mamá Manuela, propiedad de María Fernanda González Dopeso , la madre de Bea. Santa Cristina pudo acabar con uno de los grandes mitos artístico-eróticos del país. Nos hubiésemos perdido aquellas escenas de Belle epoque , Huevos de oro o La Celestina . «La última vez que vinimos era verano. Fuimos a la playa y Maribel estuvo a punto de ahogarse», relató la madre. Ahí las tienen con los jardines de Méndez Núñez al fondo. Las dos maribeles de sangre coruñesa con su pequeña mascota. «Mamá, el domingo, por hoy, celebramos tu cumpleaños en La Coruña. Está ciudad es preciosa, abierta y luminosa», sentenció la atractiva Maribel Verdú sin apearse las gafas de sol.