Silvia Fominaya, la espectacular y singular ex novia de Pedro Riesco, concursará en «La isla de los famosos». Alumnas de un colegio se reunieron treinta años después
03 may 2003 . Actualizado a las 07:00 h.La página oficial que Antena 3 dedica a la segunda edición de su concurso La isla de los famosos , que comienza la próxima semana, dice de Silvia Fominaya : «Tiene una pareja muy estable, lleva la friolera de siete años con el futbolista Pedro Riesco ». Fueron novios, pero desde hace varios años el jugador no sabe nada de ella. «No estamos en contacto. Yo me casé el año pasado con la hija de un directivo de Tele 5», me comentó el ex deportivista que ahora milita con escaso éxito en el Tarrasa. Es decir, el supuesto novio está casado, y además con una de la competencia. Lío en la carnicería La foto de Pedro Riesco y la espectacular Silvia Fominaya en el palco de Riazor tiene diez años. Entonces sí que paseaban su amor por A Coruña. Fue una etapa marcada por algún que otro escándalo motivado por el particular temperamento de la joven. El más sonado ocurrió en la carnicería de El Corte Inglés. Una señora le dijo algo al futbolista, la chica saltó, la mujer también y aquello no acabó en una carnicería de milagro. Está claro que es una chica de mucho carácter. Menuda carrera ?uperó a la de su ex novio. En los últimos años fue presentadora de distintos programas de televisión, protagonizó anuncios, y fue portada de numerosas revistas, entre ellas Man . Me cuentan que cuando Riesco estaba en el Alavés, los compañeros le pegaron una sugerente foto del reportaje en su taquilla del vestuario. Y ahora en La isla de los famosos . Partió hacia su destino ayer por la noche. Dará que hablar. Una hermosa historia Nada tiene que ver con la anterior. Intento escribirla con la misma emoción que me transmitieron Elena González García y Lolita Martínez de la Iglesia . Ellas lograron reunir a todas las mujeres que aparecen en la fotografía. Algunas hacía treinta años que no se veían. Compartieron infancia en el colegio Virgen del Carmen de Ferrol. «Era un internado para huérfanos de madre o padre y para familias con pocos recursos», recuerda Elena. Cuando las niñas cumplían catorce años las trasladaban a la residencia María Pita de A Coruña. Ahora, se pusieron manos al teléfono y convocaron a la mayoría de aquellas niñas. De Dinamarca, de Edimburgo, de Lanzarote, de Santander, de Madrid... De todos estos lugares llegaron con una tarjeta de embarque cargada de recuerdos. «Encontrar los teléfonos fue una odisea. Al ser mujeres, la mayoría de los números estaban a nombre de los maridos», me comentaron las organizadoras. Pero lo consiguieron. A la cita en la parrillada Casa Antonio del parque Europa acudieron hasta las monjas que las cuidaban hace tres décadas, una de ellas de 77 años. Fue como el rodaje de Cuéntame cómo pasó . A las comensales les hubiese gustado detener el tiempo.