SUSANA BASTERRECHEA LA ENTREVISTA Mick Taylor, guitarrista y antiguo miembro de los Stones «Rockambolesco» fue el aterrizaje del ex-«stone» Mick Taylor en A Coruña. Como buena leyenda de la música tuvo un «accidente» en Londres y llegó un día y dos horas tarde a la doble ración de guitarra de lujo que ofreció en la ciudad. Pero tocó. El músico que se bajó de la cresta del rock por el blues no reniega de sus años con Jagger y Richards. «Me gusta ser un ex-Rolling, no hay muchos por ahí».
20 dic 2001 . Actualizado a las 06:00 h.Este héroe de la guitarra, que un día prestó la suya al zurdo Jimi Hendrix, se apeó el miércoles del taxi que le trajo desde Vigo, pagó 25.000 del ala y enfiló al escenario. Allí montó el espectáculo con la Tonky Blues Band. Sobre su percance en Londres, bromea y cuenta que su novia le dio un puñetazo. «Bueno, realmente no lo sé. Aún estoy intentando entenderlo. He estado viajando por todo el mundo durante siete semanas, y me fue imposible llegar aquí antes». -¿Le molesta si le llaman ex-«stone»? -No, para nada, no me importa. La verdad es que me gusta ser un ex-Rolling, no hay muchos por ahí. -¿Se siente más cómodo tocando blues que rock? -Soy un músico de rhythm and blues. Además, este género cubre diferentes estilos: desde el de BB King o Robert Johnson al de Aretha Franklin. Me encanta la música americana de principios de los 40 a finales de los 50, lo cual es básicamente rock and roll. La música negra me gusta, incluso el rap, pero no tanto como Ray Charles o Aretha. -¿Y le tienta también la fusión de estilos? -Dame un ejemplo. -Pues como la del flamenco y el blues. -Estoy enamorado del flamenco, igual que de la música latina, que ya la he tocado con John Mayall y Santana. La fusión de estilos bien hecha me parece muy enriquecedora. -¿Es cierto que toca unos doscientos conciertos al año? -No, no he hecho tantos. Este año habré actuado en cien locales. Es que me gusta estar en casa. Algunas veces. -Bill Wyman, otro antiguo «stone», dice que nunca firma discos de la banda. ¿Le pasa también a usted? -¿No lo hace? Pues yo los firmo todo el rato. Cada noche que actúo, al terminar, la gente viene con discos de los Rolling Stones y siempre los dedico. Pero también firmo cosas que he hecho con Dylan, John Mayall o con mi propia banda. -Su último disco, «A Stone''s Throw», ¿es un guiño a su antiguo grupo? -No, yo no elegí el título. Se puede interpretar como una broma, pero no está directamente relacionado con los Rolling Stones; es sólo una expresión inglesa. Nada más. -¿Qué le parece el público gallego? -Estupendo. Toqué en Santiago en 1992 y allí ya comprobé que la gente gallega es fantástica.