El Libro de Oro del Coliseo reúne firmas y dibujos de más de ochenta artistas de todo el planeta Hollywood tiene el Paseo de la Fama; A Coruña, el Libro de Oro del Coliseo, donde las estrellas dejan su huella manuscrita. Cobijado bajo llave en el despacho de Ramón Barros, director del recinto multiusos, el volumen cuenta con ochenta firmas y más de una docena de dibujos. Ni el más persistente cazaautográfos podría reunir tanta rúbrica estelar. Hay espacio para la esbelta letra de Mark Knopfler, el trazo enérgico de B.B. King, la simplicidad de Van Morrison, la tristeza de Joey Ramone y la pasión caricaturesca de Willie de Ville. A todos los supera Moncho Borrajo, tan «serio» fuera del escenario como dentro.
17 may 2001 . Actualizado a las 07:00 h.En el libro no están todos los que fueron. Al principio, se era menos selecto, y así podemos leer una jabonosa dedicatoria de Leticia Sabater pocas páginas antes que la de Sabina. «Ahora procuramos que sólo firmen los más importantes», explica Ramón Barros, que se encarga en persona de pedir las rúbricas, normalmente antes de que empiece el espectáculo. Fue una idea tardía la de reunir las firmas en un volumen. Por eso en él no figuran figuras como Sting, Paul Simon, Whitney Houston y Frank Sinatra. «Por lo menos tengo una foto con él», dice Barros sobre la ausencia de La Voz. La muestra. Ahí está, en discreto segundo plano. En primero, Sinatra y el automovilista Luis Moya, fanático del americano. Desde 1992 El libro se lo inauguraron el 8 de agosto de 1992 cuatro rejoneadores: Javier Buendía, Antonio Riveiro, Fermín Bohorquez y María Sara. Muchos toreros, a pie y a caballo, han firmado después, para satisfacción del taurino Sabina. La mayoría ha empleado la misma pluma, aunque algunos optaron por hacer garabatos con la suya, como Knopfler, De Ville y Borrajo. Estos dos últimos realizaron dos dibujos. Muy expresivos, al contrario que Van Morrison, uno de los pocos que se limitan a poner su firma, sin añadir siquiera un pequeño mensaje. Hay quien aprovecha el espacio para mostrar su agradecimiento. UB 40 firma con «big love» (gran amor). «Buena sala, bonita ciudad, pedazo de equipo», escribe Dover. Alejandro Sanz hace sus pinitos en gallego con un «graciñas». Otros usan el papel para lanzar proclamas, como Loquillo con su «siempre libres», Pretenders con un «viva España» o Estopa, reclamando «anarkia». El dúo de Cornellá escribió la última página. Por ahora. El libro se abrirá mañana para Los Secretos. Faltará, lástima, la huella de Enrique Urquijo.