Velocidad y gol, receta del éxito

míriam vázquez fraga VIGO / LA VOZ

GRADA DE RÍO

La resistencia física y la presión arriba caracterizan al próximo rival del Celta

21 sep 2013 . Actualizado a las 06:00 h.

análisis un Villarreal en zona Champions

El Villarreal llega a Vigo invicto, con tres triunfos y un único empate -ante el Real Madrid, en el Madrigal- en su haber. Este gran inicio liguero adquiere mayor relieve por el hecho de que quien lo protagoniza sea un recién ascendido. Es la muestra más clara de que se trata de un conjunto sólido que, aunque ambiciona la salvación, parece apuntar hacia metas mayores.

Marcelino García cogió las riendas en enero de este año y ha dado un vuelco total al equipo. Del juego asociativo de toque que tantas alegrías dio en la era Pellegrini -y menos después-, se ha pasado a un fútbol diferente, pero que está ofreciendo también garantías. Los valencianos son ahora un conjunto muy bien posicionado (su esquema es 4-4-2) que basa su juego en una gran resistencia física y cuyo fútbol viene dado por la velocidad, las transiciones rápidas y una fuerte presión ejercida muy arriba. García suele decir que «si puedes hacerlo en 3 pases, no lo hagas en 20». Además, han hecho gala de una gran capacidad para materializar sus ocasiones (llevan diez goles a favor y cinco en contra).

Están siendo un equipo regular y que mantiene la dinámica de los últimos meses de la pasada campaña. Tanto es así, que el técnico está apostando por onces con nueve o, incluso, diez jugadores que ya estaban el año pasado. En este grupo figura el líder del centro del campo, Bruno, que con el resurgido Cani, aporta experiencia a un equipo muy joven.

Con algunos fichajes aún en proceso de adaptación -el central Gabriel no ha debutado-, otros refuerzos sí están resultando ya claves. La lesión del meta Juan Carlos dio a Asenjo una oportunidad que está aprovechando, lo mismo que Giovani dos Santos. El mexicano ha sido hasta ahora el único fijo en el ataque amarillo -la línea donde más variaciones ha hecho Marcelino en estas primeras jornadas- y se ha convertido ya en el máximo goleador de su equipo con tres dianas.

Un bloque compacto

El Villarreal es un bloque muy compacto cuyo punto débil reside en lo mucho que se resiente cuando algún eslabón de la cadena está un poco por debajo. Esto ocurrió en el primer partido, contra el Almería, y no les privó de la victoria. Otro aspecto mejorable es el papel de los laterales, que buscan el ataque hasta el punto de perder a veces de vista su función principal.

Fuera de casa, no varía demasiado su planteamiento. Únicamente acentúan todavía más las claves de su filosofía: llegar arriba en pocos toques a base de velocidad y presión y aprovechar al máximo las contras sin renunciar tampoco al juego de ataque.