Un histórico del fútbol español en busca de un milagro en Lugo

Emilio Rosanes

CDLUGO

PACO LARGO

El Sabadell llega al Ángel Carro en descenso y sin depender de sí mismo

24 may 2024 . Actualizado a las 19:34 h.

Punto y final de la temporada en la categoría de bronce de nuestro fútbol con un balance final alejado de las expectativas iniciales de un Club Deportivo Lugo que no logró enmendar la trayectoria tras la sorpresiva destitución de Pedro Munitis dos jornadas antes de alcanzar el ecuador. Una temporada en la que nos hubiese gustado disfrutar de un mayor minutaje para un Castrín imperial al que debiera habérsele otorgado una mayor confianza, para la presencia y velocidad de un Jorge González fundamental en alguna de las victorias rojiblancas y para el determinante Leandro Antonetti que, además de dejarnos su precioso tanto frente a los de Simeone, ha pulverizado con nueve goles en 1.235 minutos jugados (un gol cada 137 minutos) el registro anotador del máximo goleador de la categoría, el azulgrana Pau Víctor, con diecisiete dianas en 3.049 minutos (un gol cada 179 minutos de juego). Jugadores formados en la cantera lucense que simbolizan ese sentimiento de pertenencia que tantos puntos suma a lo largo de una temporada.

Triste resulta en el equipo rojiblanco que ningún jugador lucense o gallego forme parte del once con mayor número de minutos jugado en la competición, dando la impresión de que hemos podido ir a buscar lejos parte de lo que teníamos en casa y que hay relaciones de paisanaje que han podido resultar negativamente determinantes en la progresión de los valores salidos de la cantera lucense. El nombramiento del actual cuerpo técnico y la procedencia gallega de la primera incorporación anunciada esta semana para la próxima temporada suponen destellos de que pueda ser revisada y corregida la actual política deportiva.

Arropado por los doscientos valientes que no han dudado en pasar dos noches en la carretera para poder acompañar al equipo de sus amores en un trascendental encuentro, aterriza en Lugo este sábado (19.00 horas, FEF TV) un Sabadell que esta temporada ha cumplido sus ciento veinte años de historia y que, con catorce temporadas en la máxima categoría de nuestro fútbol, ha sido siempre considerado como el tercer equipo catalán, pese a que, por caprichos del destino, sea eclipsado en el momento actual por un Girona ya clasificado para la próxima edición de la Champions League.

Baile de técnicos

El conjunto arlequinado llega a la última jornada en posición de descenso y sin que la victoria le pueda servir para garantizar el objetivo de permanencia, al depender de resultados de otros encuentros. Víctima, al igual que otros conjuntos de la categoría, de decisiones trascendentes amparadas en emociones temporales de sus dirigentes, no tardaron en olvidar el excelente trabajo realizado por Miki Lladó la pasada temporada, destituyéndole tras siete jornadas con el equipo fuera de las posiciones de descenso y empatado a puntos con el trasatlántico que ha resultado campeón de la competición. Su sustituto, Gerard Bofill, no consiguió punto alguno en las seis jornadas que estuvo al frente de la nave arlequinada, pasando a ubicarse el conjunto catalán en el último lugar de la clasificación.

Segundo equipo más goleado

Era necesario un golpe de timón al frente y la responsabilidad cayó en el experimentado técnico granadino Óscar Cano que ha sabido transmitir al grupo una óptima mentalidad que pueda permitir a los arlequinados ir saliendo de unas posiciones de descenso a las que se ha hecho acreedor, en gran parte, debido a la falta de contundencia defensiva, que ha constituido el principal lastre para los arlequinados en la presente temporada, ubicándose como segundo conjunto más goleado de la competición.

Sistema de juego

El técnico granadino plantea un sistema de juego habitual 1-4-2-3-1, en el que están siendo constantes las rotaciones de jugadores derivadas de lesiones, sanciones o desgraciadas acciones fortuitas en forma de cabezazo mutuo que han impedido a dos pilares fundamentales de los arlequinados, Jon Ander Amelibia y Toni Herrero, poder concluir la temporada, uniéndose al listado de bajas que incluye a Carles Salvador, Raúl Baena, Sander Ballero y Pablo Monroy. El brillante encuentro realizado en la última jornada frente a Ponferradina nos induce a pensar en un once inicial con Adrián Ortolá en portería, línea defensiva con Jordi Calavera en el lateral derecho, Sergi Maestre y Pau Resta como centrales, y con Ricard Pujol en el lateral izquierdo, Álex Gualda o Antonio Moyano y Marc Doménech en el medio centro, con David Astals en derecha, Abde Damar o Nando García en izquierda, Marc Marruecos o Marcos Baselga disputándose la media punta y Vladys Kopotun como referencia ofensiva.

Presión irregular

El Sabadell basa su estilo de juego en un posicionamiento avanzado en bloque de presión alto sobre el poseedor del balón, con una irregular implicación de jugadores, lo que genera una distancia inadecuada entre líneas con creación de amplios espacios de juego al adversario y carencias notorias en el repliegue posterior en caso de resultar inefectiva. Asimismo, sufren en demasía ante balones jugados a la espalda de su línea defensiva.

Fútbol más directo con Cano

En fase ofensiva, han sabido corregir las numerosas pérdidas de posesión en fase de inicio que les acarreó la pérdida de encuentros importantes en la primera fase del campeonato. Mejoran su efectividad cuando ceden la iniciativa del juego al rival y cuando despliegan juego directo hacia sus referencias ofensivas o cuando la progresión se realiza por bandas, de forma poco elaborada y que finaliza con centro al área. En este sentido, resultan efectivas las incorporaciones de jugadores desde segunda línea y el aprovechamiento que realizan de segundas jugadas. Buen dominio del juego aéreo, que explotan de forma efectiva en las estrategias ofensivas, destacando a este nivel la labor de Pau Resta que, junto al recorrido de David Astals y la tarea organizadora de Marc Doménech han realizado una sobresaliente campaña a nivel individual.

Falta de contundencia

En fase defensiva, muestran una escasa intensidad en los duelos individuales dentro de su propia área, mostrándose poco contundentes y facilitando la realización de segundas jugadas a sus oponentes. Asimismo, muestran lentitud excesiva en las transiciones defensivas y muestran una evidente falta de concentración en el seguimiento de marcajes en acciones de estrategia, como se pudo apreciar en el último desplazamiento realizado a Tarazona.

En conclusión, una final para el cuadro catalán y la posibilidad de finalizar el curso para el equipo lucense en esa octava posición en la que se despidió a Munitis.